En abril Donald Trump firmó una orden ejecutiva para lanzar la extracción de minerales a gran escala en el fondo del océano.

En una declaración conjunta, Costa Rica y 23 países más llamaron a proteger los fondos marinos de alta mar de la explotación minera en medio de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC3). 

"Los fondos marinos son el refugio de una biodiversidad aún muy desconocida, y que se debe preservar. La protección de los ecosistemas de los fondos marinos es un imperativo no sólo jurídico, sino sobre todo científico, ambiental y económico", describe el documento difundido por el gobierno francés.

Hasta el momento 37 naciones suscribieron un documento que llama a la moratoria. Algunos exigen una prohibición total, mientras que otros piden una moratoria a menos que se cumplan una serie de condiciones para prevenir daños ambientales, garantizar una buena gobernanza y obtener una licencia social.

En el caso de Costa Rica, el país es parte de la movida desde el año 2022. En el discurso de apertura de la UNOC, el presidente, Rodrigo Chaves Robles, llamó a que más naciones se unan a la prórroga precautoria que detenga el avance de esta minería hasta que se cuente con suficiente ciencia para validarlo.

Además, a lo interno del país, en diciembre de 2024 el diputado oficialista, Manuel Morales Díaz, presentó un proyecto de ley que busca establecer una prohibición de la extracción de minerales del lecho marino en todas las aguas marinas estatales. Actualmente esta se encuentra en la Comisión de Ambiente.

La declaración en detalle

El documento difundido este 9 de junio, señala que los recursos minerales de los fondos marinos profundos en zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional son patrimonio común de la humanidad en virtud del derecho internacional, tal como se refleja en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. 

Por tal razón, destacan que deben ser objeto de una gestión colectiva y responsable por parte de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), que tiene un mandato reglamentario y administrativo exclusivo en nombre de toda la humanidad.

Cualquier potencial explotación minera de los fondos marinos en zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional, afuera del marco jurídico internacional sería contraria al derecho internacional, detallan los países.

Los fondos marinos representan casi el 54% de la superficie del océano, pero solo se ha explorado el 5% de estos ambientes.

Estamos empezando a comprender el papel que desempeñan estos ecosistemas de los fondos marinos en las funciones ecológicas de los océanos, incluido su papel en la mitigación del cambio climático y sus posibles beneficios para la humanidad".

La declaración indica que los beneficios económicos de la explotación potencial de los fondos marinos "son todavía muy teóricos". Ante esto, recuerdan estudios e informes científicos recientes que puntualizan que:

  • Estos ecosistemas albergan miles de especies desconocidas, muchas de las cuales no existen en ningún otro lugar.
  • Los recursos genéticos de los fondos marinos pueden acompañar el progreso científico y la innovación en ámbitos tan diversos como la salud, la nutrición y la lucha contra el cambio climático.
  • Estos ecosistemas son frágiles. La regeneración de los hábitats profundos es extremadamente lenta. Los nódulos polimetálicos, codiciados por sus metales raros, tardan de 1 a 10 mm por millón de años en formarse, en una escala de tiempo que supera la de las generaciones humanas, lo que dificulta la sostenibilidad de su explotación.
  • Los fondos marinos desempeñan un papel clave en el almacenamiento de carbono y la
    regulación del clima global.

Además, advierten que los riesgos de la minería podrían materializarse a gran escala. Esto debido a que la actividad minera generaría columnas de sedimentos que podrían afectar a la vida de las profundidades y al comportamiento de las especies de la columna de agua, que transportan metales pesados que podrían afectar a toda la cadena alimentaria hasta nosotros.

El llamado, realizado también por países como Alemania, Dinamarca, Finlandia, España, Suiza, Honduras y Portugal, señala:

Es necesario aplicar el principio de precaución. La comunidad internacional debe movilizarse para garantizar la protección de los fondos marinos y sus recursos".

Adicionalmente, reiteran que todas las actividades en los fondos marinos profundos fuera de las zonas de jurisdicción nacional deben basarse en un marco jurídico multilateral plenamente operativo y respetado por todas las partes, evaluaciones científicas independientes y exhaustivas de los impactos ambientales, así como en los principios de transparencia, cooperación internacional y prevención.

Este tema recibe especial atención luego de que en abril del presente año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para lanzar la extracción de minerales a gran escala en el fondo del océano, incluso en aguas internacionales, a pesar de las advertencias de organizaciones de defensa del medioambiente.

En ese momento, medios internacionales reportaron que la administración Trump estima que la minería en aguas profundas podría generar 100.000 empleos e incrementar el PIB estadounidense en 300.000 millones de dólares en 10 años.


La declaración fue respaldada por:

  1.  Alemania,
  2. Austria.
  3.  Chile.
  4. Costa Rica.
  5. Dinamarca.
  6. Ecuador.
  7. España.
  8. Finlandia.
  9. Francia.
  10. Grecia.
  11. Guatemala.
  12. Honduras.
  13. Irlanda.
  14. Letonia.
  15. Luxemburgo.
  16. Malta.
  17. Mónaco.
  18. Palaos.
  19. Panamá.
  20. Perú.
  21. Portugal.
  22. Suecia.
  23. Suiza.
  24. Vanuatu.