La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer un arancel adicional del 10% a las importaciones provenientes de Costa Rica ha generado preocupación en diversos sectores económicos del país. Esta medida, que afecta directamente a productos clave como el café, la piña y el banano, representa un reto considerable para las pequeñas y medianas empresas (pymes), que constituyen el 97% del parque empresarial costarricense y generan aproximadamente el 45% del empleo nacional.
Sin embargo, más allá de las implicaciones inmediatas, esta situación ofrece una oportunidad para replantear y fortalecer el modelo de desarrollo económico del país, centrado en la resiliencia y la diversificación.
En el tema de diversificación de mercados y productos
Es fundamental que las pymes exploren nuevos mercados internacionales, reduciendo la dependencia del mercado estadounidense. Esto implica identificar nichos de mercado en regiones como Europa, Asia y América del Sur, adaptando sus productos a las demandas específicas de estos consumidores. Además, la innovación en productos y servicios puede abrir nuevas oportunidades comerciales y aumentar la competitividad.
Para el tema del fortalecimiento de capacidades y adopción tecnológica
La inversión en capacitación y tecnología es esencial para mejorar la eficiencia y productividad de las pymes. Programas de formación en comercio internacional, gestión empresarial y transformación digital pueden empoderar a los empresarios para enfrentar los desafíos del comercio global. Asimismo, la adopción de tecnologías emergentes puede optimizar procesos y reducir costos operativos.
Para el caso en las alianzas estratégicas y encadenamientos productivos
Fomentar la colaboración entre pymes, grandes empresas y el sector público puede generar sinergias que fortalezcan la cadena de valor. Los encadenamientos productivos permiten compartir recursos, conocimientos y acceder a nuevos mercados de manera conjunta, aumentando la competitividad del sector empresarial en su conjunto.
En las políticas públicas y apoyo institucional
El gobierno, en coordinación con instituciones como Procomer y la Cámara de Comercio, debe implementar políticas que faciliten el acceso a financiamiento, simplifiquen trámites y promuevan la formalización de las pymes. Iniciativas como la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE) y programas de apoyo a la exportación son herramientas clave para impulsar la internacionalización de las empresas.
Sobre los incentivos fiscales y estímulos económicos
La implementación de incentivos fiscales, como exenciones o reducciones temporales de impuestos, puede aliviar la carga financiera de las pymes afectadas por los nuevos aranceles. Además, programas de estímulo económico orientados a la innovación y la diversificación productiva pueden catalizar el crecimiento y la generación de empleo en el sector.
Si bien los nuevos aranceles representan un desafío significativo para las pymes costarricenses, también ofrecen una oportunidad para reconfigurar el modelo económico hacia uno más resiliente, diversificado e inclusivo. La colaboración entre el sector público, privado y la sociedad civil es esencial para implementar estrategias que no solo mitiguen el impacto inmediato, sino que también sienten las bases para un desarrollo sostenible y equitativo en el largo plazo.
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