Actualmente en el entorno global marcado por la incertidumbre económica, el aumento de barreras arancelarias, así como de la reconfiguración de las cadenas de suministro, las pequeñas y medianas empresas (PYMES) son claves para poder emergen como un instrumento impulsador para el crecimiento inclusivo. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destaca en múltiples informes —como el OECD SME and Entrepreneurship Outlook— que el fortalecimiento de este sector no solo mejora los indicadores internos de comercio y empleo, así como también incrementa la resiliencia económica de los países. Para Costa Rica, adoptar estas recomendaciones con urgencia debe ser una política prioritaria.

Recomendaciones clave de la OCDE y su relevancia

La OCDE destaca tres ejes fundamentales para el desarrollo de las PYMES: acceso a financiamiento, innovación tecnológica y facilitación del comercio internacional.

Para el tema de financiamiento inclusivo: Según la OCDE, el 50% de las PYMES en economías emergentes no logran acceder a créditos formales. Costa Rica debe ampliar instrumentos como garantías estatales y capital semilla, siguiendo modelos exitosos como el de Corea del Sur, donde los fondos públicos redujeron la tasa de rechazo crediticio del 30% al 10% en una década.

Digitalización y competitividad: La transformación digital es una brecha crítica. La OCDE recomienda subsidios para adopción de tecnologías 4.0 (ej: cloud computing, IA), especialmente en sectores exportadores. Chile, por ejemplo, logró que el 70% de sus PYMES utilizaran herramientas digitales tras implementar el programa MiPyme Digital.

Integración a mercados globales: Ante la ola de proteccionismo, la OCDE urge simplificar trámites aduaneros y promover clusters sectoriales. Costa Rica podría replicar el modelo de Portugal, que vinculó a sus PYMES con multinacionales mediante políticas de encadenamiento productivo, elevando sus exportaciones en un 25%.

Costa Rica: oportunidades y desafíos

El país cuenta con ventajas únicas: estabilidad política, tratados de libre comercio y un ecosistema emprendedor dinámico. Sin embargo, según el Índice de Competitividad Internacional 2023, las PYMES costarricenses enfrentan obstáculos críticos:

  • Burocracia: Un 40% del tiempo de los empresarios se destina a cumplir regulaciones.
  • Falta de capacitación: Solo el 15% de las PYMES exportadoras usan analytics para decisiones comerciales.
  • Fragmentación de apoyos: Programas como Procomer y MEIC operan con poca coordinación.

Acciones Urgentes

Para alinearse con las directrices de la OCDE, el gobierno costarricense debe: crear una ventanilla única digital que unifique trámites fiscales, aduaneros y de comercio exterior, establecer un fondo de cofinanciamiento para PYMES que adopten tecnologías verdes y digitales, con alianzas con bancos privados y fortalecer los encadenamientos entre PYMES y zonas francas, replicando el éxito de Irlanda en sectores como dispositivos médicos.

En un mundo donde las guerras comerciales y la desglobalización amenazan las economías pequeñas, las PYMES son un antídoto. Costa Rica tiene la base para convertirse en un hub de innovación y exportación, pero requiere actuar con velocidad. Como señala la OCDE, "el futuro del crecimiento está en las empresas que hoy son pequeñas, pero escalables". La hora de implementar estas políticas es ahora.

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