Informe advierte de una tendencia a la autocratización en algunos países de la región.
El Programa Estado de la Nación (PEN) presentó recientemente el Volumen 3 del VII Informe Estado de la Región, que analiza el desarrollo humano sostenible en los países de Centroamérica y la República Dominicana (región CARD) durante el período 2018–2023.
Desde el PEN aseguraron que "esta edición identificó retos significativos, pero también ofrece un mensaje de esperanza y un llamado a la acción, destacando el papel clave que puede jugar la región en la construcción de un futuro próspero más inclusivo, democrático y sostenible".
El informe diagnostica el estado de la región con cinco mensajes claves:
- En las últimas tres décadas se profundizaron las brechas de desarrollo dentro de la región.
- El manejo de la pospandemia está erosionando capacidades para el desarrollo humano sostenible y la integración regional.
- La región atraviesa por la peor y más peligrosa situación política desde la época de los conflictos militares.
- Intensificación de los conflictos geopolíticos globales agravan tensiones dentro de la región.
- La “diáspora interna” reduce aún más la capacidad para atender desafíos estratégicos.
Según señalaron desde el PEN, en las décadas recientes, la región lograron avances significativos como la diversificación económica, el fortalecimiento de sus vínculos con los mercados internacionales y la reducción de la pobreza. Sin embargo, persisten desafíos como la desigualdad, la fragilidad institucional y las presiones ambientales, que requieren respuestas urgentes y coordinadas entre los países.
Desde una perspectiva de largo plazo, la región también amplió libertades y avanzó en la democratización de sus sistemas políticos, especialmente en lo relacionado con el acceso al poder a través de elecciones. No obstante, existen importantes rezagos para fortalecer la capacidad de sus instituciones para atender las necesidades de la población y las profundas transformaciones experimentadas por las sociedades y las economías.
El PEN destacó que, uno de los principales hallazgos del informe es la tendencia a la autocratización en algunos países, acompañada de un creciente desencanto ciudadano con los resultados de la democracia. Esta situación se da, paradójicamente, en un contexto de crecimiento económico, que, aunque superior al promedio latinoamericano, ha sido ambientalmente insostenible y socialmente excluyente.
El informe también destaca que la región opera en un entorno internacional complejo y cambiante, marcado por tensiones geopolíticas. En este contexto, el PEN señaló que las sociedades de Centroamérica y la República Dominicana se enfrentan a dos decisiones clave:
- Fortalecer la democracia, como vía para lograr consensos y mejorar la calidad de vida de las personas, o permitir una mayor concentración del poder que podría poner en riesgo libertades y derechos fundamentales.
- Impulsar la integración regional para enfrentar un contexto internacional incierto y generar soluciones conjuntas a problemas compartidos, o avanzar de forma aislada, lo que podría fragmentar aún más la región frente a un mundo cada vez más complejo.
El coordinador de la investigación, Alberto Mora, señaló:
Estamos en un momento decisivo. El camino que elijamos ahora puede marcar la diferencia para las próximas generaciones. Fortalecer la democracia y apostar por una integración más efectiva nos permitirá enfrentar los desafíos y aprovechar nuestras fortalezas como región”.
Entre otros hallazgos clave del informe se destacó:
- El crecimiento económico ha sido superior al promedio latinoamericano, pero sus beneficios no se distribuyen de manera equitativa.
- En países como Honduras, Guatemala y Nicaragua, más de la mitad de los hogares aún viven en pobreza.
- Hay señales claras de una ciudadanía dispuesta al cambio, lo que representa una oportunidad para renovar el pacto social y fortalecer la democracia a partir de la búsqueda del bien común.
- La integración regional puede ser una herramienta poderosa para impulsar soluciones sostenibles y responder mejor al contexto global.
El informe hace un llamado a los gobiernos, la ciudadanía y la sociedad civil a trabajar en conjunto para fortalecer las democracias, reducir las brechas sociales y proteger el patrimonio ambiental, sentando las bases de un modelo de desarrollo más justo e inclusivo.