El volcán Poás emite principalmente ceniza volcánica con compuestos inorgánicos como silicio, sulfato y cloruro, además de gases como dióxido de azufre, dióxido de carbono y vapor de agua.
El volcán Poás ha registrado una actividad intensa en los últimos días, con emisiones constantes de ceniza y gases. Ante esta situación, el Colegio de Químicos de Costa Rica subraya la importancia de comprender los principales componentes químicos presentes en estas emisiones y sus posibles riesgos para la salud de la población.
Según José Pablo Sibaja Brenes, miembro del Colegio de Químicos de Costa Rica, “la labor del químico es esencial para entender lo que está respirando la población, identificar riesgos y generar recomendaciones técnicas que orienten a las autoridades en la toma de decisiones oportunas. Esta labor técnica se vuelve especialmente relevante en contextos de emergencia volcánica, donde el monitoreo oportuno puede hacer la diferencia para proteger vidas”.
Entre los elementos más relevantes emitidos por el volcán se encuentran ceniza volcánica, con sustancias como silicio, sulfato, cloruro y otros elementos inorgánicos, así como gases como dióxido de azufre (SO₂), dióxido de carbono (CO₂) y vapor de agua (H2O).
Desde el órgano colegiado indicaron que los componentes que representan mayor riesgo para la salud son:
- Dióxido de azufre (SO₂): Según su nivel de concentración y el tiempo de exposición, puede provocar desde alergias hasta irritación en ojos, piel y garganta. Este gas también puede transformarse en la atmósfera en aerosoles de ácido sulfúrico, solubles en agua, que generan lluvia ácida.
- Ceniza volcánica: Contiene partículas de distintos tamaños que pueden ser inhalables y respirables, afectando directamente los pulmones y provoca problemas respiratorios si la exposición es prolongada o la concentración es alta. Además, por su acidez, puede alterar las características del suelo, el agua y el aire.
"En general, los volcanes en Costa Rica emiten gases como dióxido de carbono, dióxido de azufre, vapor de agua y, en menor proporción, sulfuro de hidrógeno. También emiten aerosoles ácidos y ceniza, con partículas menores a 100 micrómetros", agregaron desde el órgano colegiado.
Ante esta situación, recomendaron:
- En caso de niveles altos o si se presentan alergias, retirarse del lugar afectado para evitar problemas respiratorios.
- Si se ha estado expuesto a gases azufrados al aire libre, cambiarse de ropa al ingresar al hogar.
- Proteger a los animales que permanecen al aire libre y cambiar diariamente su agua y alimento.
- Si hay afectación, comunicarse con el 911 y salir del área de riesgo.
Finalmente, el Colegio de Químicos destacó el papel esencial del químico profesional durante este tipo de eventos. Entre sus responsabilidades se encuentran la caracterización de gases volcánicos y ceniza, a través del muestreo y análisis de compuestos como dióxido de azufre, sulfuro de hidrógeno, dióxido de carbono, metano, ácido sulfúrico y cloruro de hidrógeno. Además, los químicos realizan estudios de granulometría y determinan la composición química de la ceniza para identificar su origen, comparando estos datos con los índices de calidad del aire con el fin de evaluar posibles riesgos para la salud.
Asimismo, el Colegio resaltó la labor del Laboratorio de Química de la Atmósfera (LAQAT-UNA), que continuará con el monitoreo volcánico de lo que respiran las personas, como parte del compromiso con la seguridad ciudadana ante las emanaciones del volcán Poás.