Los críticos del gobierno ya han señalado que la suspensión no ha llegado lo suficientemente lejos.
El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte suspendió la venta de algunos equipos militares a Israel, alegando que existe un "riesgo claro" de que puedan ser utilizados para cometer graves violaciones del derecho internacional.
El secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, informó ante la Cámara de los Comunes (cámara baja del parlamento) que se suspenderán 30 de las 350 licencias de exportación de armas a Israel. El equipo afectado incluye piezas para aviones de combate, helicópteros y drones.
Lammy destacó que el Reino Unido sigue apoyando el derecho de Israel a defenderse, y aclaró que esta medida no constituye un embargo de armas. Sin embargo, la decisión ha generado reacciones en Israel. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, expresó en X su "profunda consternación" por la medida, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, señaló que envía un "mensaje muy problemático" a Hamás e Irán, y subrayó que Israel actúa conforme al derecho internacional.
Gobiernos occidentales han enfrentado creciente presión para detener la venta de armas a Israel debido a su manejo de la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza. Según Lammy, numerosos parlamentarios, abogados y organizaciones internacionales han expresado preocupaciones sobre las licencias británicas de exportación de armas a Israel. Lammy solicitó una revisión de estas exportaciones inmediatamente después de que el gobierno laborista asumiera el poder en julio.
El secretario de Relaciones Exteriores aclaró que la revisión no tenía como objetivo determinar si Israel ha violado el derecho humanitario internacional, ni declarar culpabilidad o inocencia, sino cumplir con la obligación legal del gobierno de revisar todas las licencias de exportación. Lammy explicó que la evaluación recibida no le permitió concluir otra cosa que no fuera que, para ciertas exportaciones británicas a Israel, existe un riesgo claro de que puedan ser utilizadas para cometer o facilitar graves violaciones del derecho humanitario internacional.
La suspensión parcial afecta a artículos "que podrían ser utilizados en el conflicto actual en Gaza". Sin embargo, las partes fabricadas en el Reino Unido para los aviones de combate F35 que Israel está utilizando para atacar objetivos en Gaza no están incluidas en la prohibición.
La decisión es más significativa políticamente que militarmente, ya que las ventas de armas del Reino Unido a Israel son pequeñas, representando solo el 1% de las importaciones de defensa del país. Estados Unidos es, con diferencia, el mayor proveedor de armas a Israel, representando el 69% de sus importaciones de armas convencionales entre 2019 y 2023, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI).
A pesar de ello, la BBC británica afirmó que era notable que uno de los aliados más cercanos de Israel haya concluido que existe un riesgo claro de que el país pueda usar algunas de sus exportaciones de armas para violar el derecho humanitario internacional.
El debate sobre la suspensión de las ventas de armas comenzó bajo el anterior gobierno conservador, pero ha cobrado fuerza bajo la nueva administración laborista. El gobierno laborista ha pedido un alto el fuego inmediato en la guerra entre Israel y Hamás, la liberación de todos los rehenes y un aumento en la cantidad de ayuda humanitaria para los civiles en Gaza.
Algunos parlamentarios laboristas han instado al primer ministro Keir Starmer a ir más allá y prohibir por completo la venta de armas británicas a Israel. En las elecciones generales, el Partido Laborista perdió varios bastiones históricos ante candidatos independientes que hicieron campaña con plataformas pro-palestinas.
Los críticos del gobierno ya han señalado que la suspensión no ha llegado lo suficientemente lejos. La portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Liberal Demócrata, Layla Moran, dijo que su partido "examinará cuidadosamente" los detalles del anuncio, "incluidas aquellas licencias de exportación que el gobierno no ha suspendido". Moran expresó su preocupación por que la decisión se haya basado únicamente en el riesgo de uso en Gaza y no en Cisjordania.
La diputada del Partido Verde, Ellie Chowns cuestionó por qué tantas licencias estaban exentas de la suspensión. "Me preocupa mucho que el gobierno no esté aplicando de manera consistente el principio de que existe un riesgo claro de que las armas con licencia del Reino Unido se utilicen en violación del derecho humanitario internacional", declaró.
La Campaña contra el Comercio de Armas señala que, desde 2008, el Reino Unido ha concedido licencias de exportación de armas a Israel por un valor total de 574 millones de libras (727 millones de dólares). Investigaciones del Parlamento muestran que el valor de las licencias concedidas ha disminuido de 42 millones de libras en 2022 a 18,2 millones de libras en 2023.
Con información de Europa Press y la BBC.