Más del 80% de las muertes que cada año se registran en nuestro país, es por causa de las enfermedades no transmisibles (ENT). Se trata de una estadística que debe sensibilizarnos e invitarnos a tomar medidas inmediatas, para evitar que los números sigan en aumento.

Recordemos que las ENT, son las que se desarrollan por factores asociados con la alimentación, el sedentarismo y el estilo de vida. Es decir, no se transmiten de persona a persona. Dentro de estas patologías, están la Diabetes, Hipertensión, enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas y el cáncer.

Lamentablemente, en nuestro país cada vez son más las personas diagnosticadas con estas enfermedades, que, incluso, están afectando a poblaciones jóvenes. Esto pone en evidencia la necesidad de implementar estilos de vida saludables, desde tempranas edades, pues, lamentablemente, el sedentarismo, la dieta alta en azúcares y grasas, así como el consumo de alcohol y tabaco, son hábitos que continúan en aumento, potenciando el riesgo de padecer enfermedades crónicas.

De acuerdo con datos del Ministerio de Salud, las defunciones por enfermedades cardiovasculares representan cerca del 32% de todos los fallecimientos, mientras que las muertes por cáncer corresponden al 27%.

Esto datos más que encender las alertas, debe ocuparnos en buscar soluciones, porque se trata de una enorme amenaza en materia de salud pública, que nos obliga a tomar medidas preventivas y correctivas, para mitigar los efectos que ya se están viendo reflejados en poblaciones cada vez más jóvenes.

Como ciudadanos, debemos involucrarnos de manera consciente en esta temática; es urgente que comprendamos la necesidad de cuidar nuestra propia salud y de motivar el cambio en nuestras familiares y seres queridos.

Las consecuencias de las enfermedades crónicas no repercuten solo a nivel individual y en la calidad de vida de las personas, sino también, generan un impacto económico y social importante, aumentando los costos para nuestro sistema de salud.

Frente al escenario que vivimos, nuestro país debe fortalecer sus políticas y acciones dirigidas a la prevención de estas enfermedades, de manera que se promuevan los buenos hábitos de vida, la alimentación saludable y el ejercicio, en los diferentes espacios de interacción humana: hogar, escuela, centros de trabajo, comunidades, mercados, ferias, entre otros más.

Desde el Colegio de Profesionales en Nutrición, hacemos un llamado vehemente a prestarle más atención al tema, e invitamos a todas las personas a examinar cómo está su alimentación, para iniciar los cambios que sean necesarios.

Procuremos la ingesta de más alimentos naturales y menos procesados; consumamos más verduras, vegetales y frutas. Evitemos endulzar o salar en exceso las comidas; cocinemos más en casa y evitemos las comidas grasosas o frituras. Implementemos horarios regulares de alimentación y hagamos actividad física con frecuencia.

Evitemos el fumado y el consumo de alcohol, y procuremos el buen descanso, así como el esparcimiento, para una buena salud mental.

Estos son algunos consejos que nos ayudarán a cuidar mejor nuestra salud; es momento de hacer un cambio y de motivar a otras personas a preocuparse más por su calidad de vida y bienestar.

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