La Fundación SIFAIS (Sistema Integral de Formación Artística para la Inclusión Social) nos muestra lo que puede lograr el amor inteligente.

Este pasado miércoles tuvimos Lorena y yo la dicha de asistir a un concierto de la Orquesta de Cuerdas de La Carpio.

En el auditorio del Colegio Humboldt niños, niñas y jóvenes, desde muy pequeños hasta colegiales terminando su bachillerato, nos impresionaron con sus avances en el arte musical con violines, violas, violonchelos y contrabajos. Divididos en estudiantes iniciales, intermedios y más avanzados nos deleitaron estos habitantes de La Carpio bajo la dirección de los maestros que con dedicación y muy adecuadas metodologías los preparan para el ejercicio de ese arte.

Los complementó en su presentación la joven pianista Daniela Navarro que nos deleitó con su magnífica interpretación de tres sonatas y a la vez nos demostró lo que con determinación y amor una familia puede lograr para sus hijos.

Daniela empezó clases de piano a los 5 años en Liberia y desde los 7 años fue admitida al Instituto Superior de las Artes en San Francisco de Dos Ríos y comenzó a ganar premios internacionales desde los 9 años.

Daniela es una joven liberiana que con su padre en autobús viajó durante 6 años a San José los fines de semana para aprender su arte, y que a sus 13 inició estudios en la sede de Kaliningrado de la Escuela Central de Música de Moscú quedándose allá sola. A partir de los 15 años estudio y se graduó cuando tenía 19 años en el Conservatorio Chaikovski de Moscú. Hoy es profesora de piano en la sede donde inició sus estudios allá, y es concertista internacional.

Además de su interpretación de Mozart, Beethoven y Scarlatti la virtuosa y joven maestra nos deleitó y conmovió acompañando a los 60 integrantes de la Orquesta de Cuerdas de La Carpio en la presentación de cierre del evento. Es inimaginable el impacto que este ejemplo tiene en los niños y los jóvenes de La Carpio. Daniela Navarro magnificó el impacto de su participación como ejemplo para los habitantes de La Carpio y como extraordinaria artista cuando nos repitió la afirmación del extraordinario escritor ruso Fiódor Dostoyevski en su novela El Idiota: “La belleza salvará al mundo”.

La pianista Navarro con su participación se unió a las personas que con su voluntariado sostienen las actividades de la Fundación SIFAIS en La Carpio desde el año 2011. Con este concierto colaboró durante su visita al país para con su arte recolectar fondos para las actividades de SIFAIS y del Centro Cultural Lari.

SIFAIS nació de la mano de Alicia Avilés y Maris Stella Fernández, las dos mujeres que unieron su amor a las personas y su inteligencia para hacer posible el milagro que nos deslumbra con los logros de esa fundación.

La Carpio es una barriada surgida informalmente en las afueras de la capital en 1993, inicialmente integrada por nicaragüenses, en muchos casos con una condición migratoria ilegal. Hoy más de la mitad de sus habitantes, alrededor de 50.000 personas, son originarios de nuestro país hermano del norte. Durante mucho tiempo se le ha considerado un barrio muy peligroso.

Alicia Áviles es la vecina de La Carpio que introdujo a Maris Stella a las necesidades de esa comunidad y condujo a la segunda a establecer esa maravillosa fundación.

Surgió SIFAIS de la idea muy sencilla pero aún más poderosa de que todas las personas somos hijas amadas por Dios que tenemos plena e igual dignidad y debemos amarnos entre nosotros. De ahí que en todas partes hay más gente buena.

Interpreto por los magníficos logros alcanzados por SIFAIS con la aplicación de esos valores, que Alicia y Maris Stella concluyeron que lo que las gentes necesitamos para vencer dificultades es apoyo y oportunidades. Como las personas somos felices promoviendo esas oportunidades han obtenido el apoyo del voluntariado para dar vida a las tareas de SIFAIS.

SIFAIS utiliza el arte, el deporte y el desarrollo de habilidades como instrumentos para que niños y jóvenes, y también adultos, con el amor y la dedicación de sus voluntarios se desarrollen personalmente y superen las dificultades propias de su entorno, incluyendo las drogas.

Empezaron con unas pocas flautas de plástico y unos bolillos de percusión y lograron crear una orquesta con brillantes ejecutorias en los mejores teatros del país y hasta en el extranjero. Con la pandemia la orquesta se interrumpió, sus integrantes crecieron y entraron en sus actividades laborales, y se ha tenido que empezar de nuevo.

Además de la formación musical, SIFAIS promueve la práctica de deportes por niñas, niños y jóvenes en las instalaciones que ha levantado en La Carpio que incluyen el novedoso y eficiente edificio Cuevadeluz y campos deportivos.

También colaboran en la educación de los niños y niñas con sus métodos Montessori, con enseñanza complementaria a los jóvenes de matemáticas, inglés, ciencia, tecnología y habilidades blandas, y prepara mujeres en diseño y costura.

SIFAIS tiene emprendimientos que generan habilidades a los vecinos y a la vez generan recursos para el sostenimiento de su edificio Cuevadeluz. Para ello tiene proyectos en repostería; cuenta con un laboratorio que genera innovación y produce artículos novedosos; crea y produce juguetes educativos.

Con sus programas SIFAIS ha formado más de 3000 personas en diferentes oficios.

SIFAIS con sus voluntarios ha demostrado todo lo que se puede hacer con amor inteligente.

Pero la tarea es mucha y se requiere más recursos. Y es una gran oportunidad para que se empleen bien por una organización que ya tiene muy bien demostrado lo que puede hacer en favor de una comunidad con grandes necesidades y muy difíciles circunstancias.

Todos podemos contribuir. Algunos profesionales capaces pueden donar al menos 3 horas de trabajo por semana en las actividades de SIFAIS. Otras personas podemos donar recursos financieros.

Es muy fácil hacerlo y vale la pena. Simplemente siga este enlace.

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