Solo 1 de cada 5 personas mayores de 75 fue valorada por personal especialista en geriatría en los tres hospitales auditados.
La Contraloría General de la República publicó esta tarde los resultados de una auditoria realizada a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la cual se realizó con el objetivo de determinar la eficacia del servicio de hospitalización de las personas adultas mayores en los hospitales nacionales generales San Juan de Dios, Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia y México, y el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología Dr. Raúl Blanco Cervantes, encontrando que los servicios que se brindan a esa población no son eficientes.
La auditoria valoró la capacidad hospitalaria, personal especializado y el equipamiento básico e infraestructura, para el periodo de tiempo entre el 1 de enero del 2022 y el 30 de julio del 2023.
Sobre los principales hallazgos la gerente del área Fiscalización para el Desarrollo del Bienestar Social, Carolina Retana Valverde, explicó:
Durante el periodo de estudio, solo el 20% de los adultos mayores hospitalizados tuvo acceso a una valoración de un geriatra. El tiempo promedio de espera para una cirugía de cataratas es de 276 días, muy por encima del estándar internacional. El tiempo de hospitalización en el caso de fracturas de cadera de resolución quirúrgica ha pasado de 10 a 12 días en un año, lo que trae como consecuencia mayores complicaciones a los pacientes”.
Adicionalmente, Retana añadió:
Se determinó también que no se cumple la tasa mínima de geriatras en las redes integradas de servicio, ni de enfermeros para la atención de las camas de cuidados intensivos”.
La funcionaria de la Contraloría agregó que “los hospitales no cuentan con un diagnóstico sobre el equipamiento mínimo que requieren para atender a esta población o a la infraestructura necesaria para garantizarles un acceso integrado a los servicios”.
Como resultado de la auditoria se dispuso a la CCSS “implementar acciones para contar con un servicio de hospitalización adaptado a las necesidades de las personas adultas mayores en el mediano plazo, completando un equipo de geriatría en cada hospital nacional general, así como el equipamiento básico necesario”.
Adicionalmente, se le ordenó a la Caja “el diseño e implementación de un monitoreo a la gestión del servicio de hospitalización de la población adulta mayor que contemple aspectos fundamentales del servicio. Una programación de acciones para cerrar la brecha de personal de enfermería en los servicios de cuidados intensivos de los hospitales nacionales y a las direcciones de hospitales, identificar y subsanar las barreras de acceso físico en la infraestructura”.