Cada 7 de junio se celebra el Día Internacional de la Inocuidad de los Alimentos, una iniciativa impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este día nos recuerda la importancia de garantizar que los alimentos que consumimos los costarricenses no representen un riesgo para nuestra salud.
Este año, el tema nos insta a considerar y prepararnos para eventos inesperados que podrían comprometer la inocuidad de los alimentos y causar crisis sanitarias a nivel país.
En Costa Rica, las Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA) son un problema significativo de salud pública, siendo las diarreas agudas de presunto origen infeccioso, la segunda causa de enfermedad y mortalidad dentro del grupo de enfermedades de declaración obligatoria del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud, donde los grupos poblacionales más afectados son los niños menores de cinco años y los adultos mayores.
Entre los alimentos que más frecuentemente causan enfermedades se encuentran:
- Pollo: La carne de pollo mal cocida o mal manipulada, es una fuente común de Salmonella y Campylobacter, bacterias que pueden causar diarrea severa y otras complicaciones gastrointestinales.
- Huevos: Pueden estar contaminados con Salmonella, especialmente si no se cocinan adecuadamente.
- Lácteos no pasteurizados: Consumir leche y otros productos lácteos no pasteurizados puede llevar a infecciones por E. coli, Salmonella y Listeria, esta última puede causar abortos espontáneos, muertes fetales y partos prematuros.
- Pescados y mariscos: Pueden estar contaminados con Vibrio y otros patógenos si no se manipulan o cocinan correctamente.
- Vegetales crudos: Durante el proceso de cosecha y postcosecha están expuestos a diferentes bacterias, virus y parásitos, procedentes de diferentes fuentes como el suelo, abono, agua de riego, transporte, recolección, mal lavado y almacenamiento. Por lo tanto, lavar correctamente los vegetales es vital antes de prepararlos o servirlos en una ensalada.
Imagine el Estadio Nacional lleno de personas, ¡todas necesitadas de atención médica por lo que comieron! Este escenario nos muestra la importancia de mejorar nuestras prácticas de manejo y consumo de alimentos. La preparación para lo imprevisto es crucial en la gestión de la inocuidad alimentaria. Algunos incidentes comunes que pueden causar problemas incluyen:
- Cortes eléctricos: Un corte eléctrico prolongado puede tener un impacto significativo en la inocuidad alimentaria. Sin electricidad, los sistemas de refrigeración fallan, permitiendo que los alimentos perecederos alcancen temperaturas peligrosas donde las bacterias pueden proliferar rápidamente.
- Contaminación del agua: El agua contaminada utilizada en el riego de cultivos o en la limpieza de alimentos puede introducir patógenos en la cadena alimentaria. El monitoreo regular de la calidad del agua y el uso de métodos seguros de tratamiento son fundamentales.
- Desastres naturales: Eventos como terremotos o inundaciones pueden comprometer la infraestructura de almacenamiento y distribución de alimentos, así como contaminar fuentes de agua y suelos agrícolas. La planificación y la respuesta rápida son vitales para minimizar el impacto en la inocuidad alimentaria.
- Brotes de enfermedades: Un brote de enfermedades infecciosas puede desviar recursos de la vigilancia alimentaria y alterar los procedimientos normales de manejo de alimentos. La coordinación entre las autoridades de salud es clave para manejar estos eventos.
- Problemas en la importación: La introducción de alimentos contaminados desde el extranjero, debido a fallos en los controles de importación, puede representar un riesgo significativo. Los controles fronterizos estrictos y la cooperación internacional son esenciales para prevenir estas situaciones.
Para prevenir las ETA, es crucial implementar estrategias de inocuidad alimentaria a lo largo de toda la cadena alimentaria:
- Productores: Deben seguir buenas prácticas agrícolas y ganaderas, incluyendo el uso de agua limpia y la aplicación de fertilizantes de manera segura.
- Procesadores: Necesitan implementar sistemas de gestión de inocuidad alimentaria como HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), que incluyan programas de gestión de crisis y asegurar que todos los colaboradores cuenten con suficiente capacitación, así como su carné de manipulación de alimentos al día.
- Distribuidores: Deben garantizar que los alimentos se manipulen correctamente y que mantengan las temperaturas adecuadas durante el transporte y el almacenamiento.
- Consumidores: Deben estar informados sobre prácticas seguras de manipulación de alimentos, cómo cocinar bien la carne, lavar bien los vegetales y evitar la contaminación cruzada en la cocina.
En Costa Rica, la prevención de enfermedades transmitidas por alimentos es un desafío que requiere la colaboración de todos los actores en la cadena alimentaria, desde agricultores hasta consumidores. Siguiendo buenas prácticas de manejo, manteniéndonos informados y preparándonos para eventos inesperados, podemos reducir significativamente el riesgo de enfermedades y asegurar que nuestros alimentos sean seguros para todos. Así que, la próxima vez que esté preparando una deliciosa comida, recuerde: lávese las manos, cocine bien los alimentos y almacénelos correctamente.
El Colegio de Profesionales en Nutrición se une a la celebración del Día Internacional de la Inocuidad de los Alimentos.
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