El 8 de marzo de cada año se conmemora el “Día Internacional de la mujer”, en conmemoración para la lucha por las mujeres y su participación en la sociedad e integridad en igualdad frente al hombre y se estableció dicha fecha desde el año 1975, aunque todavía quedan muchos vacíos respecto a este.

Cada año se realizan marchas y movimientos para reivindicar que todavía las mujeres no están logrando tener su rol de respeto frente a sociedades donde en asuntos laborales, sociales, económicos y demás, siguen estando en un eslabón más abajo que sus pares masculinos, debido al machismo interiorizado y que debe ser combatido.

Todo esto suena bien, el derecho a la defensa de la integridad de las mujeres debería ser un valor universal, por desgracia sabemos que no es así e incluso consignas como #MeToo contra el acoso sexual y la agresión, así como las campañas de #YoTeCreo en respaldo a las denuncias contra la violencia sexual, hasta ese punto todo bien, en teoría la defensa de los derechos que se hacen debe estar garantizados para todos, es parte de la lucha e incluso de la interseccionalidad, no debería de tener excepciones, sin embargo, parece que no es tan así.

Después de los ataques de Hamas el 7 de octubre de 2023 contra Israel, se acusó a la organización terrorista de haber cometido abusos sexuales contra mujeres israelíes, algunas de las cuales posteriormente fueron asesinadas, tuvieron que pasar casi cinco meses para que las Naciones Unidas emitieran un informe donde señalan los indicios de violencia sexual contra mujeres israelíes durante el asalto al Sur de Israel.

Esto se venía denunciando desde el día uno, pero por alguna “extraña” circunstancia, se puso en duda, la sororidad con las víctimas israelíes no fue tan inmediata ni tan general como se hubiera querido e incluso se puso en duda y se cuestionaron las fuentes e incluso se habló de un “bulo”, se han comprado la idea que del lado palestino todo ha sido potable y se han comportado en “respuesta a la ocupación”, idea que ha sido usada para blanquear el terrorismo de grupos que ni siquiera representan el sentir de todos los palestinos y para blanquear acciones que no le serían toleradas a ninguna otra organización.

También se ha señalado la responsabilidad de la UNRWA; organización que fue creada con la idea de respaldar a los refugiados palestinos, de participar directa o indirectamente en los ataques y durante el secuestro de ciudadanos en Israel. Inclusive, en estos días se revelaron conversaciones intervenidas a profesores de esa organización donde hubo participación en los atentados y al mismo tiempo conversan de haber capturado una “sabaya”, término utilizado para referirse a una “esclava” en algunos casos utilizado para referirse a esclavas sexuales.

Pero al parecer, es potable creer en las cifras de Hamas sobre la cantidad de muertos que han sufrido durante la guerra (la cual no distinguen entre civiles y militantes); no se cuestiona para nada, se les cree cuando dicen que no saben el destino de los secuestrados israelíes, ni el paradero de muchos de estos, pero las cifras que vienen de Israel se cuestionan, tergiversan o rechazan de plano.

A ese nivel hemos llegado en cuanto a la desinformación e inclusive repiten los medios lo que Hamas les transmite, en un irresponsable acto de validar a una cuestionada organización que ha sido la responsable de esta crisis actual, que ellos sabían que ocurriría y lo necesitaban para aumentar su apoyo y militancia.

Por supuesto, algunos justificarán que las violaron porque “algo habrán hecho” y además no se les considera crimen porque se trata de un “acto de resistencia” contra el supuesto de “ocupación”, se saltan con garrocha la igualdad, la defensa de los derechos también de las mujeres israelíes, sencillamente por un odio irracional que se inspira en una ideología contra la existencia misma de Israel, asociándolo falsamente a la lucha anticolonial, antiimperialista, etc.

Este tipo de defensas selectivas muestran un dejo de hipocresía entre algunos sectores, no resta por supuesto para nada que están quienes sí tienen una conciencia de respeto general contra este tipo de atrocidades, pero aquellos ruidosos que son “activistas” selectivos de causas, no representan la verdadera defensa de los derechos humanos y tampoco están verdaderamente comprometidos.

La interpretación de la interseccionalidad por parte de algunos a través de la discriminación positiva podría generar estigmas sobre algunos colectivos, estereotipos odiosos, resentimientos y otra serie de factores que, en vez de defender la causa social, terminen por socavar los objetivos de la lucha y generar posibles abusos por la percepción generada.

Las mujeres israelíes que fueron abusadas deben ser vistas primero como eso, mujeres, los problemas políticos que se tienen contra el gobierno israelí no debería afectar en que se deba exigir justicia por ellas y condenar los agravios, incluso, esto ha sido un crimen de odio, planeado de esta manera por los perpetradores, lo que hace sus actos una situación aun más atroz.

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