Las autoridades de Israel han anunciado este miércoles que denegarán la entrega de visados a representantes de Naciones Unidas tras las últimas declaraciones del secretario general del organismo, António Guterres, quien dijo el martes que los "horribles" ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) "no surgieron de la nada", palabras duramente criticadas desde Tel Aviv.

"Debido a sus palabras, no daremos visados a los representantes de la ONU", ha dicho el representante permanente de Israel ante el organismo, Gilad Erdan, quien ha confirmado que esta decisión ha sido ya adoptada en el caso del secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths.

"Ya hemos rechazado un visado para el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Martin Griffiths", ha manifestado en declaraciones a la emisora Army Radio. "Ha llegado el momento de enseñarles una lección", ha recalcado Erdan, quien durante la jornada del martes reclamó la dimisión de Guterres.

Así, Erdan destacó que no hay "justificación" posible ni se puede mostrar "comprensión" hacia "las acciones más terribles contra los ciudadanos de Israel", teniendo en cuenta que los ataques, que dejaron cerca de 1.400 muertos y más de 220 secuestrados, fueron perpetrados por "una organización declarada terrorista".

A las críticas se sumó el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, quien preguntó a Guterres "en qué mundo vive" y sostuvo que Israel no sólo tiene "el derecho a defenderse", sino también un "deber", puesto que siente que está librando una guerra en nombre del "mundo libre". Posteriormente, anunció que no se reunirá con Guterres como gesto de protesta.

Guterres indicó ante el Consejo de Seguridad de la ONU que los "horribles" ataques "no surgieron de la nada", ya que "el pueblo palestino lleva sometido a 56 años de asfixiante ocupación", en un contexto en el que "sus esperanzas de lograr una solución política se desvanece".

Tras ello y ante la oleada de críticas desde Israel, ha publicado un mensaje en su cuenta en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, en el que ha subrayado que "las injusticias contra el pueblo palestino no pueden justificar los horribles ataques de Hamás", si bien ha insistido en que "estos horripilantes ataques no pueden justificar un castigo colectivo contra el pueblo palestino".

Por su parte, el Ministerio de Exteriores palestino ha manifestado que las críticas israelíes contra Guterres son "una extensión de la falta de respeto" de las autoridades israelíes ante el organismo internacional. Asimismo, ha indicado que la postura de las autoridades israelíes es "injustificada" y "premeditada".

En este sentido, ha reseñado que se trata de "un nuevo intento israelí de neutralizar el papel del secretario general en su capacidad jurídica, así como su postura en relación con el Derecho Internacional y la carta de Naciones Unidas", destacando que su rol y sus representantes "son bien conocidos por trabajar para detener la guerra abierta y destructiva de ocupación".

Guterres condena la "tergiversación" de sus palabras

El secretario general de la ONU, António Guterres, se ha confesado "impactado" por la "tergiversación" del discurso pronunciado el martes ante el Consejo de Seguridad y, tras la ola de críticas vertidas por autoridades israelíes. Además, ha subrayado que en ningún momento "justificó" los "actos de terrorismo" perpetrados por Hamás el 7 de octubre.

"Es falso. Hice lo contrario", ha dicho este miércoles durante una breve declaración sin preguntas ante los medios, en la que ha citado algunos extractos de su discurso para recordar que condenó las acciones de Hamás sin paliativos, incidiendo incluso en que ningún "agravio" histórico podía servir como eximente para las masacres cometidas.

"Creo que es necesario dejar las cosas claras, especialmente por respeto a las víctimas y a sus familias", ha enfatizado Guterres, sin aludir en ningún momento a Israel ni a las medidas que ha adoptado como represalia por sus palabras, que incluyen una negativa a conceder visados a los enviados de la organización internacional.