Marcha será este 21 de setiembre y saldrá del Museo de Arte Costarricense con rumbo al Congreso.
Este jueves 21 de septiembre se llevará a cabo una marcha que busca exigir a la Asamblea Legislativa la protección de tiburones en peligro de extinción.
La manifestación, convocada por distintas organizaciones que luchan en pro del océano y el ambiente, tiene como hora de inicio las 2:00pm y saldrá del Museo de Arte Costarricense con rumbo al Congreso.
¿Qué pasó?
La protesta se dará luego de que, el pasado 22 de agosto, las diputaciones votaron a favor de devolver a la comisión de ambiente el expediente 21.754 que busca proteger a los tiburones amenazados o en peligro de extinción, y que se encontraba listo para ir a votación desde setiembre de 2020. La moción de devolución fue presentada por el Partido Unidad Socialcristiana (PUSC) y recibió críticas porque no fue anunciada previamente en la reunión de jefaturas de fracción.
Entre los argumentos, el diputado Carlos Andrés Robles Obando del PUSC defendió el reenvío a comisión al señalar que el proyecto perjudicaría a los pescadores de Puntarenas.
En ese momento la congresista del Partido Liberal Progresista, Kattia Cambronero Aguiluz, única de su bancada que votó negativamente la moción, señaló que los argumentos usados para devolver el proyecto eran falaces; pues si los pescadores afirmaban que ellos no capturaban especies protegidas, el proyecto no les generaría perjuicio alguno como alegaron.
Mientras que la jefa de fracción del Frente Amplio, Sofía Guillén Pérez, acusó al plenario de enterrar un proyecto porque "están de acuerdo con depredar la vida silvestre y los tiburones, y no es para los pescadores locales, es para que las grandes pesqueras se lo lleven".
En pleno caos ambiental planetario este plenario es un irresponsable, no solo en términos ambientales, sino que aquí hay mala fe”.
Exigir su vuelta al plenario
Con el movimiento de este 21 de setiembre, las personas pretenden que el expediente de ley sea enviado de vuelta al plenario para su discusión y votación.
Randall Arauz del Centro de Rescate de Especies Marinas Amenazadas (CREMA), calificó como "una jugarreta barata" lo decidido por las diputaciones y comentó a este medio de comunicación que es necesario exigir que la propuesta no se archive, debido a que en diciembre cumple su plazo cuatrienal.
Lo que solo nos queda es este periodo de sesiones ordinarias, que acaba el último día de octubre, para que esta propuesta sea aprobada y se convierta en ley. Estamos marchando para que la Comisión de Ambiente devuelva este proyecto inmediatamente plenario para que se vote se discute y se vote como lo tenían listo.
Arauz recordó que en junio anterior la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia confirmó que los tiburones martillo son vida silvestre en peligro de extinción, y que su declaratoria como especies comerciales por parte del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura en 2017, fue un acto ilegal y de nulidad absoluta.
Sobre la posibilidad de ampliar su vida por cuatro años, el especialista dijo que si bien no está mal visto, "pero los tiburones ya no tienen tiempo". Detalló que el tiburón martillo está en peligro crítico de extinción y el tiburón zorro está en peligro de extinción
Ya no hay tiempo para esto, necesitamos que esa ley se apruebe ya porque no podemos esperar cuatro años más de estar en esto".
Para Arauz la decisión de los congresista significa "volver al cortoplacismo y a la ignorancia". Compartió que por tener ese tipo de políticas es que muchos recursos han sido sobreexplotados y a la larga le hace más daño a los pescadores.
Lo que están haciendo (los diputados) es pateando el balón y el problema va a ser para estas comunidades pesqueras, pero claro, ya no van a ser diputados. Esto es una muestra de populismo, de ignorancia de la ciencia que existe y que está afectando la imagen del país".
La iniciativa, que fue presentada en el periodo legislativo anterior por la exdiputada Paola Vega Rodríguez, propone modificar el artículo 1 de la Ley de Conservación de Vida Silvestre y que se lea de la siguiente manera: “La presente ley no se aplicará a las especies de interés pesquero o acuícola, cuya regulación específica se establecen en la Ley N° 7384, de 16 de marzo de 1994, y la N° 8436, de 1 de marzo de 2005, y cuya competencia como entidad ejecutora corresponde a Incopesca, salvo aquellas especies de tiburones declaradas bajo amenaza o peligro de extinción, o con poblaciones reducidas o amenazadas en veda, incluidas en los apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) de conformidad con lo dispuesto en el artículo 75 de esta ley".
Desde el CREMA enfatizaron que la aprobación del expediente sería congruente con el Artículo 75 de la Ley de Conservación de Vida Silvestre y con el Artículo 140 de la Ley de Pesca, los cuales prohíben el comercio de especies marinas amenazadas protegidas por convenciones internacionales; así como con jurisprudencia constitucional que prohíbe el comercio de especies marinas amenazadas reconocidas como tal por las autoridades ambientales por ser contrario al principio precautorio y por ende, inconstitucional.
Adicionalmente, recordaron que las tres especies de tiburones martillo, las tres especies de tiburones zorro, y el tiburón sedoso, los cuales constituyen el 40% de la captura comercial costarricense, están enlistados como especies de vida silvestre marino costera en peligro de extinción o amenazadas del Sistema Nacional de Áreas de Conservación desde 2021.
Arauz comentó que la necesidad de proteger a los tiburones se explica desde diferentes puntos, por ejemplo: la seguridad alimentaria. En medio de las discusiones sobre el cambio climático, dijo que son importantes las acciones de adaptación en los mares para que tengan componentes de su ecosistema y que puedan hacer frente a eventos como el fenómeno de El Niño y las temperaturas extremas.
Si bajo estás condiciones los mares no tienen tiburones, que son los reguladores los reguladores de la ecosistema, no va a ser ninguna sorpresa que el mar no nos va a poder seguir dando esos servicios ecosistémicos que necesitamos".
Y continuó:
No podemos hablar de cambio climático y pretender que nos importa mientras vemos como sobrepescan a los tiburones, como si no fuera asunto nuestro o como que necesitáramos que los pescadores terminen de acabar con los pocos tiburones que solo quedan. Esto es una crisis y no podemos seguir cerrando los ojos y seguir diciendo pobrecito los pescadores".
Para finalizar el conservacionista resaltó que Costa Rica siempre había protegido a estos tiburones, hasta que cambió bajo el Gobierno Solís Rivera, continuó en el de Alvarado Quesada y ahora en la actual administración.
Ningún presidente ni ningún ministro de Ambiente ha considerado que los tiburones son dignos de proteger. Eso es muy lamentable para un país como Costa Rica que quiere jugar de líder de la conservación marina".