Tras la gran final de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, el jugador que ocupó las portadas de los principales medios de comunicación en el mundo fue Lionel Messi, quien, a sus 35 años, es uno de los futbolistas más admirados por su trayectoria y amplio palmarés.

Sin embargo, no todo ha sido éxito y alegría para el actual jugador del París Saint-Germain de Francia. De pequeño, a pesar de su gran talento y habilidades en el deporte, fue rechazado por varios equipos de fútbol argentinos, debido a su estatura de 1.32 metros cuando apenas tenía 11 años de edad.

El déficit de la hormona de crecimiento limitaba su desarrollo y amenazaba con su prometedora carrera profesional. Sin embargo, tras una serie de tratamientos y consultas con el médico especialista, Lio Messi pudo continuar con la búsqueda de sus sueños y hoy, no solo es el jugador con más balones de oro en la historia del fútbol, sino también, el encargado de llevar a su querida selección argentina, a levantar su tercera copa del mundo.

Entonces se preguntará, ¿qué es el déficit en la hormona de crecimiento?

La hormona de crecimiento (HC) es una sustancia corporal vital en el desarrollo y crecimiento de los niños y niñas; fortalece los músculos, huesos y la correcta distribución de la grasa en el cuerpo. Cuando el organismo no produce una cantidad suficiente de esta proteína, es cuando se da un déficit, por lo que es probable que el o la menor tenga un crecimiento desacelerado y una estatura baja en comparación con otros infantes de la misma edad y del mismo género.

En ocasiones, también serán visibles otros signos tales como una apariencia mucho más joven, tener una voz muy aguda y el cabello muy fino, la aparición de los dientes más tarde de lo habitual, pubertad lenta o tardía y en el caso de los varones, su órgano reproductor de tamaño reducido.

La deficiencia de la hormona de crecimiento es una enfermedad poco frecuente, de la que por lo general se desconoce su origen; sin embargo, puede presentarse al nacer, o tras el resultado de una afección o lesión cerebral grave.

Así como Lionel Messi, existen muchos niños y niñas a quienes se les ha administrado la hormona de crecimiento como terapia, a través de inyecciones por debajo de la piel y en diferentes partes del cuerpo. Este proceso puede implicar muchos años, pues cada uno recibe la hormona hasta que termina su crecimiento; sin embargo, el desarrollo del infante puede ir más allá de su tamaño, a futuro puede tener un camino exitoso a nivel personal, social y profesional.

Los retos de crecer a un ritmo diferente

Al igual que Lio Messi, se estima que menos de uno de cada 3.000 a uno de cada 10.000 niños y niñas sufren de déficit de la hormona de crecimiento. La convivencia con esta enfermedad poco frecuente va mucho más allá de los problemas físicos, pues también puede derivar en consecuencias emocionales como baja autoestima o depresión, ligados a la baja estatura.De ahí la importancia de un diagnóstico temprano y una buena adherencia al tratamiento, pues esto les permitirá alcanzar una estatura y desarrollo relativamente normales, similar al de los demás infantes de su edad.

En la mayoría de los pacientes que conviven con esta o con cualquier otra enfermedad poco frecuente, es indispensable promover la equidad e igualdad. Hacerles saber que no están solos y que existen soluciones para llevar una vida digna es vital; para ellos la equidad significa oportunidad social, no discriminación en la educación ni en el trabajo, y acceso equitativo a la salud, a la atención médica, al diagnóstico y al tratamiento, con el fin de tener una participación plena en la sociedad.

Si bien los pacientes con déficit de hormona de crecimiento enfrentan diversos desafíos, eso no los limita a ser exitosos a futuro… Con el tratamiento adecuado, el apoyo de cuidadores y sus familiares, y las ganas de salir adelante, podrán llegar muy largo.

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