En un mundo cada vez más interconectado y afectado por el cambio climático y la pérdida de hábitats, es más crucial que nunca hablar de biodiversidad: el tejido vivo de nuestro planeta y la suma de todas las formas de vida que lo habitan. No se trata solo de admirar la belleza y la variedad de las especies, sino de intentar comprender la red de interacciones que sustenta nuestra existencia. Explorar y preservar la biodiversidad es esencial para salvaguardar nuestra supervivencia y construir un futuro sostenible.

En las últimas décadas, hemos presenciado cómo los seres humanos hemos acelerado la modificación de los ecosistemas naturales. Esta acción ha llevado a una mayor pérdida de biodiversidad y al colapso de las barreras naturales que protegen tanto a nuestra especie como a todas las formas de vida del planeta. A pesar de los avances tecnológicos que hemos experimentado, nuestra existencia depende por completo de ecosistemas saludables y vibrantes. Estos ecosistemas son imprescindibles para asegurar el suministro de agua, alimentos, medicamentos, ropa, refugio y energía, entre muchas otras necesidades básicas. Recontruir la biodiversidad es cada día más urgente.

Marco de la Diversidad Biológica

Desde el año 2000, cada 22 de mayo se celebra el Día Internacional de la Biodiversidad. Este año, esa celebración está acompañada de un acuerdo historico: el Marco Mundial Kumming-Montreal de la Diversidad Biológica. Este acuerdo busca abordar la pérdida de biodiversidad, restaurar los ecosistemas y proteger y reconocer los derechos de los pueblos indígenas, que representan el 5% de la población mundial, aunque sus tierras albergan el 80% de la biodiversidad del planeta. Estos pueblos nos ofrecen un ejemplo sobre la posibilidad e importancia de vivir en armonía con la diversidad de especies que nos rodean.

Se trata de un documento firmado por 196 paises en la 15a Conferencia de las Partes en Montreal, Canadá, en diciembre de 2022. Es un ambicioso plan para proteger, preservar y restaurar la naturaleza, que marca metas y medidas concretas para detener y revertir la pérdida de la naturaleza al 2050. Algunos han llamado al Marco un Acuerdo de París para la naturaleza.

Si el Marco de la Diversidad Biológica se aplica eficazmente, podría producir un cambio importante hacia modelos regenerativos que introduzcan cambios en la agricultura, las cadenas de suministro de las empresas, la movilización de recursos financieros destinados a la naturaleza y el papel de las comunidades indígenas en la conservación. Aunque ese marco no es jurídicamente vinculante, los gobiernos tendrán la tarea de demostrar los avances en el cumplimiento de los objetivos con Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad, similares a las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional para el clima.

Interconexiones: Biodiversidad y cambio climático

La biodiversidad es el fundamento de los ecosistemas saludables y provee servicios vitales, desde la polinización de las plantas hasta la purificación del agua y la regulación del clima. La principal causa de la pérdida de biodiversidad continúa siendo el uso de la tierra por parte de los seres humanos, especialmente para la producción de alimentos. La actividad humana ya ha alterado más del 70 por ciento de la superficie terrestre sin hielo. Sin embargo, el cambio climático está desempeñando un papel cada vez más importante en su relación con la biodiversidad.

El cambio climático ha alterado los ecosistemas marinos, terrestres y de agua dulce del planeta. El riesgo de extintción de las especies aumenta con cada grado de calentamiento. En tierra firme, las altas temperaturas ya han obligado a los animales y plantas a replegarse. En el océano, las crecientes temperaturas aumentan el riesgo de pérdida irreversible de los ecosistemas marinos y costeros. Los arrecifes de coral, por ejemplo, se han reducido casi a la mitad en los últimos 150 años y los cambios en los patrones globales de temperatura amenzan con destruir casi la mitad de los restantes.

Sin embargo, la biodiversidad sigue siendo esencial para frenar el cambio climático. Los ecosistemas saludables proporcionan una amplia gama de servicios ecosistémicos: actúan como sumideros de carbono, absorbiendo y almacenando grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera, desempeña un papel crucial en la regulación del clima a través de la regulación de los ciclos del agua y los nutrientes, previenen la erosión del suelo y proteger las costas de las tormentas y el aumento del nivel del mar, proporcionando una barrera natural contra los eventos climáticos extremos, entre otros.

La pérdida de biodiversidad y el cambio climático, así como la contaminación,  forman parte de una interrelacionada triple crisis planetaria a la que el mundo se enfrenta actualmente. La biodiversidad y el cambio climático están por naturaleza relacionados y la protección de la biodiversidad es esencial para mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la salud de nuestros ecosistemas. Reconocer que el bienestar y la supervivencia están intrínsecamente ligados a la preservación y protección de la biodiversidad es una necesidad global urgente. De lo contrario, es un efecto dominó que podría no tener vuelta atrás.

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