Nota crediticia del país subió dos niveles

La agencia calificadora Fitch Ratings mejoró la nota crediticia de Costa Rica pasándola de 'B' a 'BB-', un salto de dos niveles (B, B+) respecto a la última fijación. La perspectiva futura de calificación dada por la agencia es "estable".

Según un comunicado divulgado este jueves por Fitch, la mejora refleja "la fuerte mejora estructural de su posición fiscal y la relajación de las restricciones del gobierno para financiar su presupuesto".

El acceso sostenido a préstamos multilaterales alivió aún más las restricciones financieras y los altos costos de endeudamiento. La implementación estricta de la regla fiscal durante los últimos años representa un cambio importante de una década de deterioro fiscal que impulsó un fuerte aumento en la relación deuda/PIB. El gobierno ha superado sistemáticamente los objetivos fiscales integrados en el programa del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) del FMI acordado en 2021 por un amplio margen.

Fitch dijo que la calificación 'BB-' de Costa Rica está respaldada por fortalezas estructurales propias de la categoría 'BB', incluidos sólidos indicadores de gobernabilidad, mayor desarrollo económico e ingreso per cápita muy por encima de sus pares.

Un modelo económico centrado en actividades manufactureras y de servicios de alto valor agregado continúa respaldando la estabilidad macroeconómica y fuertes flujos de IED [Inversión Extranjera Directa]. El estricto cumplimiento de su regla fiscal ha resultado en una mejora significativa en las tendencias de las finanzas públicas. Esto se ve contrarrestado por necesidades financieras relativamente altas a corto plazo y altos pagos de intereses que reflejan el fuerte aumento de la carga de la deuda durante la última década. El estancamiento político continúa generando incertidumbre sobre la capacidad de financiamiento externo del gobierno.

La agencia resaltó que el resultado primario del gobierno central alcanzó un superávit del 2,1% del PIB en 2022 (el más alto desde 2008), en comparación con un déficit del 0,3% en 2021 y muy por encima del objetivo del SAF de registrar superávit primario del 0,7%.

Según el informe, la mejora del resultado fiscal refleja una sólida recaudación de impuestos, partidas puntuales de ingresos y un menor crecimiento del gasto, que sigue estando bastante limitado por la regla fiscal.

La adhesión del gobierno a la regla fiscal, implementada por primera vez en 2020, ha sido fundamental para la consolidación. El cambio de administración luego de que el exministro de Hacienda Rodrigo Chaves ganara las elecciones presidenciales de abril no ha afectado el compromiso de mejorar la situación fiscal de Costa Rica y el cumplimiento del SAF.

Fitch también resaltó que la deuda del gobierno central se redujo al 63,8% del PIB en 2022, desde el 68,0% en 2021, en línea con sus previsiones, impulsada por una fuerte mejora del saldo primario del gobierno y una sólida actividad económica.

Fitch espera una trayectoria descendente de la deuda en los próximos cinco años, reflejando en gran medida un mejor superávit primario.

Calificadoras de riesgo

Las agencias calificadoras de riesgo son empresas privadas que se dedican a clasificar los riesgos de inversiones de diferentes productos financieros, incluyendo las deudas soberanas. En el mundo existen tres empresas que son utilizadas como la referencia para los riesgos de la deuda soberana: Moody's, Standard & Poor's y Fitch Group.

Las calificaciones de riesgo son valoraciones de entes económicos privados que miden la capacidad de un Estado de hacerle frente a las deudas que adquiere, señalando el riesgo -la posibilidad de recuperar la inversión más los intereses- que conlleva para quién compra deuda de un Estado.

¿Cómo clasifican la deuda soberana a largo plazo las tres principales calificadoras?