Por Jimena Araya – Alumna de la Escuela de Estudios Generales
La estadística es fundamental para el análisis de datos y es un instrumento que abre las puertas para muchas posibilidades y utilidades tanto para la empresa privada como la empresa pública. Brevemente se tocarán algunos aspectos positivos y negativos del esta, específicamente, al aplicarse en el manejo de la data sensible de la población en las instituciones públicas.
Podemos relacionar la estadística con el ámbito de las relaciones internacionales, ya que esta es sumamente importante para poder analizar poblaciones. Sin embargo, es delicado, y debe ser tratado con sumo conocimiento para poder convertir los datos a números. Esto es lo que nos explica Calduch al hablar sobre términos abstractos y algunos indicadores que abren paso al buen uso de la estadística en este campo profesional. Podemos tomar como ejemplo el Indice de Desarrollo Humano (IDH) que busca medir y analizar el desarrollo, el cual “surgió con la intención de establecer un indicador que permitiese valorar la multidimensionalidad del fenómeno del desarrollo humano” (Calduch, 2014, p. 125).
Así como en relaciones internacionales, Jara (s.f.) nos explica que el sector público utiliza la estadística como un instrumento de investigación elemental, ya que brinda posibilidades gigantescas de desarrollo tanto en ámbitos sociales como económicos. Sin embargo, la cantidad de información que se consigue por este medio puede tanto facilitar como complicar la capacidad de conseguir la meta que se tenía inicialmente y, por consiguiente, es de suma importancia que sea un equipo capacitado el que se encargue de redirigir la información hacia el camino correcto en caso de complicación. Adicionalmente, es importante hablar de la ayuda que se provee al sector público con los datos a la hora de crear políticas y ejercicios de gestión eficientes (Jara, s.f.).
Es importante también resaltar algunas desventajas o, mejor dicho, riesgos que pueden sufrir los individuos o incluso las instituciones públicas que manejan estos datos sensibles. Primeramente, y el mayor riesgo, es el ataque de hackers con la intención del robo de la información o incluso la fuga de datos por medio de personas internas, que puede ocurrir por muchas razones de venta de datos, y es realmente difícil poder proveer una solución definitiva, ya que los sistemas operativos normalmente tienen filtros que pueden ser violados. El segundo riesgo que puede ser de gran magnitud es la incertidumbre de los individuos sobre para qué realmente se utilizarán sus datos personales, o quién tendrá acceso a esta información.
Finalmente, es importante mencionar que, a pesar de hablar brevemente sobre algunos aspectos positivos y negativos, existen muchos otros factores en ambos lados de la balanza y el objetivo de este artículo fue una introducción para una vista general. Como hemos visto, a pesar de los riesgos que se deben tomar en cuenta en el uso de datos sensibles, es vital que las instituciones públicas tengan acceso a dicha información para un mejor manejo de políticas y gestiones en el poder. Tomando en cuenta también el desarrollo de la estadística de la mano con el progreso de la tecnología, se ve un futuro prometedor con mayor utilidad en el manejo de los datos, así como lo resalta Jara: “La aplicación en instituciones públicas como Estadística pública, actualmente se encuentra en un proceso de modernización e industrialización” ( s.f)