Por Victoria Loreto Moreno - Estudiante de la Licenciatura en Negocios Internacionales

Si bien las guerras son inevitables, los conflictos y el uso de la fuerza organizada para resistir la agresión o una tiranía siempre estarán con nosotros. A lo largo de la historia, la guerra ha cobrado innumerables vidas, ha costado cantidades incalculables de dinero y ha arruinado grandes ciudades. Las causas son incontables, algunas iniciaron por razones entendibles y mayormente consideradas “buenas”; sin embargo, conflictos como la Primera y Segunda Guerra Mundial nos demuestran que la sed de poder y la maldad pueden ser razones legitimas para causar un conflicto de esta magnitud. Por lo tanto, al analizar los impactos de las guerras, generalmente se enfoca mucho en el extremo más negativo, el lado problemático, pero no tanto en el lado positivo ni en cómo prevenir esos problemas en primer lugar. Dicho esto, nos preguntamos ¿poseen los conflictos internacionales algún aspecto positivo?

A la hora de analizar los conflictos internacionales se puede ver que, pese a que existen conflictos bien manejados, este no siempre es el caso. No es un secreto que estas conflagraciones traen más repercusiones negativas que positivas, por más de que sus intenciones sean las “correctas”, no siempre el desenlace es el pensado. Un ejemplo claro de esto es la Primavera Arabe de 2011, que desestabilizó una región ya frágil y allanó el camino para una serie de devastadoras guerras civiles que, en parte, siguió líneas anteriores de conflicto (International Crisis Group, 2017), a pesar de que su meta principal era la “democratización”. Un caso similar son las protestas en Venezuela, las cuales se originaron debido a los altos niveles de violencia, la inflación y escasez crónica de bienes y servicios básicos en el país. Es evidente que las razones iniciales de esta protesta fueron buenas y necesarias, sin embargo, lo que lograron fue más división ciudadana, y exacerbar las razones por la cual la protesta comenzó en un principio.

Como se mencionó, no es secreto que son más las consecuencias y aspectos negativos que podemos rescatar de un conflicto, sin embargo, hay una perspectiva reciente sobre lo positivo que puede traer un conflicto en la sociedad. Claramente no se puede dejar de lado el trauma que estos dejan, pero la experiencia de la violencia en tiempos de guerra de alguna manera mejora a las personas, haciéndolas más cooperativas y más confiadas (Guo, 2016). Guo también explica que las personas que sufrieron más violencia durante la guerra no solo informaron más participación cívica y política en encuestas realizadas años después. También se comportaron de manera más cooperativa y altruista cuando los investigadores los probaron con juegos de laboratorio.

Es pertinente destacar que los conflictos bélicos, ya sean activos o pasivos, generan un crecimiento exponencial en el área de las ciencias y la investigación. Estos dieron el origen a las obras de ingeniería más grande de sus épocas. La gran guerra, época en la que muchos defendieron o atacaron territorios al lomo de un rumiante, dio paso a la creación de vehículos automotores de defensa. Modelos que luego se verían perfeccionados a mayores rasgos en la siguiente guerra de naciones. Esto demuestra que una vez más las guerras, si bien significan decadencia económica, emocional y humana, traen consigo la superación científica.

Por más de que las guerras puedan traer la derrota de gobiernos problemáticos, la corrección de las injusticias, los avances en tecnología y medicina, no podemos dejar de lado el hecho de que si ponemos en una balanza las repercusiones negativas y positivas de un conflicto no cabe duda que las negativas son las que se llevan el mayor peso. Por eso, pese a que los conflictos bélicos internacionales sí pueden tener aspectos positivos, es pertinente analizar e interiorizar hasta qué punto esto “positivo” se puede usar como pretexto para iniciar un conflicto bélico.

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Guo, J. (2016, 28 junio). Researchers have found that war has a remarkable and miraculous effect. Washington Post. https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2016/06/28/researchers-have-found-that-war-has-a-remarkable-and-miraculous-effect/
• International Crisis Group. (2017). “Tackling the MENA Region’s Intersecting Conflicts”. Brussels.