El mes de noviembre es muy especial para el sector educación pues se dan dos importantes celebraciones: el Día del Educador Costarricense y el Día de la Confraternidad, el 22 y 23 respectivamente.

Justa y merecida celebración para estos profesionales que desde sus diferentes trincheras entregan sus días en los centros educativos, formando a las futuras generaciones, ¡vaya labor!

Sin duda es una tarea con un alto grado de responsabilidad, pues se convierten en una figura fundamental que interactúa con los estudiantes en el proceso de formación de su personalidad, teniendo en sus manos la oportunidad de dejar una huella imborrable.

¿Cuántos recordamos al menos a un trabajador de la educación de nuestra época primaria o secundaria? Desde maestras que con instinto maternal nos enseñaban, hasta aquellos que con complicidad nos alimentaban en los comedores y nos dejaron en la mente platillos y sabores que nunca podremos olvidar.

No podemos ocultar el gran sentimiento de nostalgia que nos embargó en las graduaciones y en esos últimos días de curso lectivo en el que sabíamos que no volveríamos a recorrer los pasillos de los centros educativos.

Disciplina, disposición, apoyo, cariño… Esto es parte del legado que queda en nuestros corazones gracias a la vocación que caracteriza a la mayoría de docentes, oficiales de seguridad, personal administrativo, conserjes y cocineras.

Todo esto proviene de personas que, como usted y yo, tienen largas jornadas de trabajo, realizan sacrificios, se pierden de eventos importantes para sus hijos o familias, enfrentan obstáculos, en fin… son seres humanos.

Por eso es que hoy, en el contexto de estas celebraciones, queremos hacer un llamado a los padres y encargados de familia para que inculquemos en los estudiantes una actitud de respeto y valor hacia estos profesionales y que comprendan que es importante disfrutar de cada día del curso lectivo. Nunca estará de más dar un gracias, reconocer la labor y brindar palabras y gestos de aliento a estos trabajadores.

Nos dirigimos también a esas futuras generaciones de profesionales en educación, festejamos desde ya su entrega y expresamos nuestra gran admiración, hay miles de niños creciendo en este momento, esperando por ustedes.

Hoy damos a todos nota 100, porque con su trabajo hacen que todo funcione mejor en los centros de enseñanza. Nota 100 porque con su esfuerzo preparan el ambiente para que sea perfecto para estudiar. Nota 100 porque con su labor alimentan las ganas de estudiar de los estudiantes.

Desde nuestra institución recalcamos nuestro compromiso por apoyarles y acompañarlos en todas las etapas de su vida, asegurando bienestar para sus familias y promoviendo en conjunto, el desarrollo económico y social del país.

Expresamos una vez más el orgullo que sentimos al hablar de un sector tan importante de la fuerza laboral de este país: nuestros trabajadores de la educación.

Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio. Delfino.CR es un medio independiente, abierto a la opinión de sus lectores. Si desea publicar en Teclado Abierto, consulte nuestra guía para averiguar cómo hacerlo.