Soy un joven millennial, nacido en los 80, somos una generación digital, donde para conectarnos al internet lo hacíamos desde el teléfono de la casa y donde muchos recordamos ese ruido tan particular de conexión. Sin embargo, si nos vamos tan solo unos años más atrás, para lograr estar informados con suerte se tenía una radio, televisor, revista o periódico, pero no muchos tenían esa gran oportunidad de estar conectados de con la información.

Hoy con tan solo un click tenemos toda la información en nuestras manos, sin tener que ir a una biblioteca, sin tener que esperar en un café internet. Hoy todo es más fácil que unos años atrás; pero ¿qué sucede con nuestra generación que no quieren leer, investigar y absorber la información que tenemos en nuestras manos?

Ante este contexto debemos plantearnos ¿cómo podemos aprovechar la información y manejar la sobrecarga informativa que a diario recibimos a través de diferentes canales y soportes, como el impreso, el electrónico y el digital?

En la denominada “era digital”, en la que cada año se producen en el mundo dos hexabytes de información, los grandes volúmenes de datos han coadyuvado a la generación de nuevos conocimientos, pero a la vez obligan a las personas a perfeccionar sus habilidades para procesar y utilizar la información, seleccionando la que es útil y confiable de la que no lo es.

Ante el escenario actual es necesario contribuir a la formación de expertos competitivos capaces de construir y fomentar en otros las habilidades para el uso eficaz de la información y la generación de nuevos conocimientos, pues la sobresaturación de información puede generar una afixia, donde sino tenemos al salvavidas correcto perdemos el interés por miedo ahogarnos en este gran océano.

En esto reside la importancia de la gestión de la información y del conocimiento, la primera entendida como el conjunto de actividades relacionadas con el ciclo de vida de la información. Hace unos años era prohibido usar redes sociales en el trabajo,  lo veían como una pérdida de tiempo incluso con sanciones de despedido, hoy es parte de nuestro equipo de ventas, hoy se está más sumergido en las redes sociales que en la vida real ya que las mejores ventas se hacen en el gran océano de la información, el internet de las cosas; pero ¿estamos usando bien el click?

Dentro de las competencias que el profesional en gestión de la información debe adquirir se incluyen la identificación de la necesidad informativa específica, es decir, reconocer la información requerida para cualquier investigación o proyecto, así como su naturaleza y alcance. Otra más implica la búsqueda y localización de información de manera eficaz y eficiente.

El profesional también evalúa los contenidos informativos desde un enfoque crítico, los organiza y procesa de manera ética mediante diversas técnicas y herramientas, y los utiliza reconociendo los problemas y cuestiones culturales, económicas, legales y sociales que le rodean. Estas competencias, a su vez, dan paso a la creación de nuevos conocimientos, es decir, a aplicar la nueva información y la que ya se conocía con el fin de crear nuevos conceptos y aprendizajes. Finalmente, una competencia indispensable radica en comunicar y divulgar la información de acuerdo al nivel y tipo de audiencia.

La finalidad de la gestión de información es desarrollar la capacidad de una persona de aprender continuamente y a lo largo de la vida en cualquier ámbito: académico, profesional, personal, favoreciendo la resolución de problemas.

La gestión del conocimiento otorga un carácter vital a la información, ya que se enfoca a medir y administrar el capital intelectual de una institución que, evidentemente, radica en sus recursos humanos.

En resumen, no se trata solo de buscar la información, sino de obtener resultados relevantes que contribuyan a la toma de decisiones, es crear una necesidad y dar una respuesta a los usuarios, es lograr una respuesta en diez segundos, es lograr ser más efectivos y no aburrir con tanta información, es dar respuesta a la necesidad  en un océano de mucha información.

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