El Plenario de la Asamblea Legislativa aprobó este jueves declarar a Isabel Vargas Lizano, mejor conocida como Chavela Vargas, persona Benemérita de las Artes Patrias.

El proyecto de acuerdo legislativo, tramitado bajo el expediente 22.722, fue aprobado con 42 votos a favor y 4 en contra, estos últimos provenientes de los diputados de Nueva República, Olga Morera Arrieta, Gloria Navas Montero, David Segura Gamboa y José Pablo Sibaja Jiménez.

La iniciativa de declarar a Chavela Vargas como Benemérita de las Artes Patrias de Costa Rica fue presentada por la entonces diputada Paola Vega. El proyecto fue estudiado en la Comisión de Honores, donde recibió un dictamen afirmativo de mayoría, y fue el mismo que se votó este jueves.

"Chavela Vargas nació en Santa Bárbara de San Joaquín de Flores el 17 de abril de 1919. Desde muy pequeña, su espíritu disruptivo y carácter rebelde la hicieron enemiga del status-quo, causando revuelo en su pueblo al ser la primera mujer en usar pantalones y en cantar acompañada de su guitarra. Pese a ser una excelente artista, la sociedad del momento recibió su talento con acciones discriminatorias, como su prohibición a la entrada de las iglesias católicas o la exclusión social que sufrió por desafiar el machismo de la época", dice la biografía consignada por la comisión legislativa.

Es ante este escenario que Chavela se ve forzada a dejar Costa Rica para buscar mejores oportunidades, primero a Cuba y luego a México, lugares donde la cultura musical era más abierta al papel de la mujer en la industria. Cuando la cantautora costarricense empieza a sufrir dificultades en su carrera musical por su origen, ella decide adoptar la nacionalidad mexicana con el fin de solventar los problemas con los sindicatos de artistas del país. Diez años después, en 1952, le llegó la fama a Chavela Vargas – una mujer que le abrió el camino a muchas otras que compartían sus ambiciones.

"La fama alcanzada por Chavela traspasó las barreras latinoamericanas, resultando en que los éxitos de la costarricense llegaran a lugares como Estados Unidos y Europa, donde la nobleza y las principales figuras políticas del momento la aclamaban como artista. Según se menciona en su documental, a todos los países que llegó Chavela, se le recibía con cariño y admiración digno de su arte", agrega el proyecto.

Pese a lo comúnmente comentado, pese a que Chavela alcanzó su fama en México, su amor por Costa Rica nunca desapareció. Es así como en el año 1994 ella realiza sus presentaciones triunfales en nuestro Teatro Nacional, de manera gratuita en la Universidad de Costa Rica y en su natal San Joaquín de Flores. Pese a ser aclamada en todo el mundo y tener una fama pocas veces alcanzadas por una persona costarricense, Chavela Vargas siempre sacaba tiempo para venir a visitar su amado país natal. Es así como una costarricense se convirtió en uno de los referentes más importantes de la música latinoamericana y en una de las activistas más grandes contra el machismo y la homofobia de la industria musical.

De acuerdo con la comisión dictaminadora, la historia de Chavela Vargas y su éxodo de Costa Rica retrata un momento cultural e histórico que debería sentar un aprendizaje.

"El país inclusivo al que hoy aspiramos debe reconocer con humildad los errores cometidos contra tantos artistas disruptivos de la época y apuntar no solamente al reconocimiento de las diversidades sino al apoyo del arte y el artista nacional. De esta forma, este Benemeritazgo, si bien insuficiente es una manera colectiva de pedirle perdón a Chavela Vargas (y a tantos artistas de la época que rompieron paradigmas) por la incomprensión de una sociedad que no supo reconocerles su talento en aquel momento", finaliza el proyecto.