La nueva Tasa de Política Monetaria de 8.5% es la más alta registrada en el país desde agosto del 2010, cuando la TPM se ubicó en un valor de 9%

El Banco Central de Costa Rica (BCCR) anunció la noche del 14 de setiembre la decisión de su Junta Directiva de aumentar el nivel de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 100 puntos base (p.b.), para ubicarla en 8,50% anual, tasa que empieza a aplicar a partir de este 15 de setiembre. Con este ajuste se acumulan 775 puntos base de aumento en la Tasa de Política Monetaria desde diciembre del 2021, cuando la TPM estaba en 0.75%.

La Tasa de Política Monetaria es la tasa de interés que cobra el Banco Central en sus préstamos a un día plazo en el Mercado Interbancario de Dinero. Es el principal instrumento de política monetaria que tiene el Central en su esquema de metas de inflación y define el corredor de tasas de crédito y depósitos que tiene la institución. Un aumento en la TPM hace que los bancos tengan que pagar más por recibir recursos del Banco Central, y por ende trasladan esos costos a las tasas que cobran a los préstamos de sus clientes. De este modo, si es más caro para las personas adquirir préstamos, desistirán de hacerlo y sus bancos también dejarán de pedirle recursos al Central, limitando la circulación de dinero y por ende la inflación.

Desde el Banco Central recordaron que su política monetaria se ejecuta sobre la base de un esquema de metas de inflación, y añadieron que “sus decisiones de política monetaria y, en particular, los ajustes en la TPM se fundamentan en un análisis del entorno macroeconómico actual, que incorpora la evolución prevista de la inflación, de sus determinantes y de los riesgos alrededor de esas proyecciones”.

Dato D+: En el mes de agosto la inflación acumulada para los primeros ocho meses del 2022 alcanzaba el 9.45%, con una inflación interanual del 12.13%.

Desde el Banco Central justificaron el aumento en la Tasa de Política Monetaria en varios factores que incluyen los efectos de las presiones inflacionarias globales que se manifiestan con una persistencia mayor a la prevista al inicio del 2022, donde varios bancos centrales –tanto de economías avanzadas como emergentes– aceleraron el proceso de salida de las posturas de política monetaria expansiva que les caracterizó durante la pandemia del COVID-19.

Adicionalmente, señalaron que Costa Rica, como país pequeño, abierto y altamente integrado al resto del mundo en sus transacciones financieras y comerciales, ha enfrentado esas presiones inflacionarias y, desde febrero pasado la inflación supera el rango meta del Banco Central (3% ± 1 punto porcentual).

Adicionalmente, desde el Banco Central aseguraron que “es inevitable que los agentes económicos ajusten al alza sus expectativas inflacionarias a 12 meses”, por lo que consideraron que, para romper la persistencia inflacionaria “es necesario que las acciones de política monetaria contrarresten primero la tendencia creciente de estas expectativas y luego induzcan, gradualmente, su convergencia hacia el objetivo inflacionario”.

Otro de los factores que consideró la Junta Directiva del Banco Central en su decisión fue que la información del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) al mes de julio evidencia el proceso de desaceleración que transita la economía costarricense desde hace varios meses.

Desde el Banco Central añadieron que son conscientes “del efecto que los incrementos en la TPM tienen sobre las tasas de interés del sistema financiero y, consecuentemente, de las implicaciones que en el corto plazo generan sobre la demanda de crédito, el ingreso disponible y la actividad económica” por lo que buscan “alcanzar pronto el punto de inflexión en la evolución de las expectativas de inflación para que inicie su retorno al valor meta, de forma tal que baje la probabilidad de efectos de segunda ronda que prolonguen el período de alta inflación, una vez superado el choque externo”.