La Ruta No. 2 o autopista Florencio del Castillo que conecta Cartago con San José, sufre los embates del olvido, la burocracia y la corrupción, en perjuicio de las miles de personas que la transitan diariamente para estudiar o trabajar.

Hemos visto que también ha sido campo para la experimentación. Como así lo demostró la colocación de los fallidos reductores de velocidad colocados a la altura de Ochomogo, generadores de presas, que se deterioraron en cuestión de días, antes de ser finalmente retirados por la empresa H. Solís, que construye las nuevas intersecciones de Taras-La Lima. Cuestiones como estas más allá de ser un acto total de improvisación, resultan indignantes. Sobre todo, tratándose de una obra por la que las cartaginesas y los cartagineses han esperado durante muchos años, como parte de las obras del nuevo corredor vial Cartago-San José.

Y es que esta autopista actualmente es a todas luces peligrosa y una amenaza a la vida de quienes transitan por esta, con o sin vehículo. No por nada, pesan sobre el MOPT y el CONAVI sentencias de la Sala Constitucional para la construcción de dos puentes peatonales, uno a la altura de El Fierro y el otro en Ochomogo (de este último fui una de las promotoras); edificaciones que, por cierto, todavía no inician.

El mejoramiento de esta ruta nacional de manera eficaz y cuidadosa es tan importante, que de no existir obras complementarias que le acompañen, otros proyectos podrían verse afectados, como el Nuevo Hospital de Cartago, que requiere de vías de acceso cercanas acordes con su magnitud.

Es preocupante a su vez, que las obras en Taras-La Lima, llevan apenas un avance mínimo, más teniendo en cuenta que su primer financiamiento lo aprobamos desde el 2014. Comentarios vienen y van, entre personeros del MOPT y la empresa encargada; sin embargo, la ciudadanía afectada espera impaciente por esta obra que ha sido una promesa incumplida por parte de varias administraciones.

Los trabajos se han retomado, pero sin la garantía de que los problemas de la empresa constructora, no afecten su desarrollo en tiempo y oportunidad. No es la primera vez que los avances se detienen, con extrañas excusas de poco fundamento.

Por favor, dejen de engañarnos. Ante la incertidumbre, resulta imposible pronosticar cuándo llegarán verdaderamente a concluirse. Por tal razón, como diputada, estaré tomando acciones. He enviando una misiva a los jerarcas del MOPT solicitando explicaciones de esta y otras obras viales trascendentales en la provincia de Cartago.

Asimismo, tengo lista una moción para ordenar la comparecencia del ministro del MOPT, Luis Amador, autoridades del Conavi, y los encargados de la empresa H. Solís, con el objeto de que se aclaren todas las opacidades que han rodeado al proyecto.

La infraestructura es fundamental para el desarrollo de Costa Rica. A través de esta es que nos movilizamos para ir a nuestros centros de estudio o trabajo, así como para la entrada y salida de la producción de lado a lado de la nación.

Si queremos mejorar la calidad de vida de las costarricenses y los costarricenses, debemos atender este tema con prontitud. La Florencio del Castillo es fundamental para el desarrollo de Cartago y todo el este del país, como parte de la Interamericana y ruta alterna a la 32; debemos entonces abordarla con la seriedad del caso.

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