Para hablar esto debemos primero entender lo que es y lo que se busca con Hacienda Digital. Estamos frente a un eminente cambio tecnológico al modernizar, y digitalizar la gestión de Hacienda, con la finalidad de luchar contra el fraude y mejorar el servicio al cliente por parte de las autoridades tributarias y aduaneras.

Podremos esperar que parte de la digitalización de la gestión de Hacienda traerá consigo un efectivo y asertivo uso de la información que cada contribuyente comunica a las autoridades tributarias y aduaneras del país, además de pensar en un solo registro y creación de perfiles del contribuyente, así como su comparación con otros que desarrollan actividades similares.

En un contexto sencillo podemos decir que la implementación de un eficiente sistema digital en la Hacienda Pública pondrá a disposición de las autoridades, herramientas tecnológicas que contribuirán  con un monitoreo constante de las operaciones de un ente, prever patrones de comportamiento y sugerir revisiones más precisas.

Un ejemplo de la información que ya hoy la Administración Tributaria tiene a su alcance de forma diaria es la factura electrónica, en cuyo caso por cada comprobante emitido (venta) o recibido (compra) las autoridades tributarias tienen los datos de su actividad, sin embargo, esta información no ha sido explotada como pudiera hacerse con un programa tributario robusto y que permita la comunicación entre los diferentes sistemas que tienen las diferentes direcciones de Hacienda.

El Informe número DFOE-SAF-IF-00017-2020 llamado emitido por la Contraloría General de la República señaló precisamente la existencia de “dispersión de las herramientas tecnológicas y escaso uso para el control tributario integrado”

Así las cosas, se esperaría que con la implementación de la digitalización de la gestión de recaudación se logre cerrar la brecha que hay hoy y que no permite usar toda la información que viaja a Hacienda todos los días, y es que no solo es información que el propio contribuyente envía a la Administración Tributaria, sino que también podría considerarse las operaciones reportadas por los operadores de tarjeta con la facturación emitida por el contribuyente, esto a manera de ejemplificar la dimensión de cruces que las autoridades podrían hacer con un sistema integral, como se espera sea Hacienda Digital.

Es usual que cuando se realizan diagnósticos fiscales, en la etapa de la entrevista inicial para verificar la forma de operar del contribuyente quien nos atiende nos indica que todo está en el sistema y que todo está conciliado con la forma en que se han determinado los impuestos, sin embargo, cuando se profundiza en el estudio se logra comprobar la carencia de controles y validaciones que evidencien que los datos entre las declaraciones y los auxiliares son los mismos.

Es por lo anterior que es recomendable hacer una debida diligencia a nivel interno de la compañía, identificando alertas que pudieran hoy ser oportunidades de mejora para el futuro y que posiblemente se estarían generando con herramientas de cruce de información por parte de las autoridades tributarias.

Debemos recordar que de acuerdo con nuestro Código de Normas y Procedimientos Tributarios el período que tiene Hacienda para verificar la forma en que se autoliquidaron los impuestos es de cuatro años, esto hace que, si por ejemplo Hacienda Digital está listo para el 2024, bien podría tomarse en cuenta la información que hemos suministrado a través de nuestras declaraciones y comprobantes electrónicos para los años 2020, 2021, 2022 y 2023, por lo que resulta de especial interés hacer una revisión de la información que generamos en el día a día, la contabilidad y las declaraciones autoliquidativas, así como los requerimientos de información atendidos (generales y específicos).

De acuerdo con lo anterior, y sabiendo del avance en las tecnologías de la información al que todos estamos expuestos hoy, la inteligencia artificial podría ser un invitado más en la importante gestión de la Hacienda Pública en aplicación de sus principales funciones, de ahí la importancia de lograr evaluar que los sistemas utilizados por el contribuyente se ajusten a futuros requerimientos por parte de las autoridades tributarias, en este proceso no solo debe modernizarse la Hacienda, sino también el contribuyente.

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