Costa Rica es un país que creció de la tierra. La agricultura ha sido históricamente piedra angular del desarrollo del país y al mismo tiempo ha sido uno de los sectores con menor apoyo por parte del Estado para la búsqueda de una mayor competitividad.

A pesar de la reducida participación de la producción (menos del 5% del PIB), la agricultura sigue jugando un rol fundamental sobre la economía costarricense. Este sector no solo provee de alimentos a los hogares, sino también brinda empleo a cerca del 12% de los trabajadores. A su vez, estas actividades significan cerca del 27,32% de las exportaciones del país, lo que las convierte en una fuente importante de divisas.

Ante la vital importancia de la agricultura sobre la economía, es de sumo interés prestarle atención en la coyuntura de convulsión e incertidumbre mundial que vivimos. Como se pudo ver durante los periodos agudos de la crisis del COVID-19 este sector llegó a experimentar caídas cercanas al 1% en la actividad económica, lo que coloca a la agricultura como un sector expuesto a las distintas afectaciones externas.

Actualmente, el conflicto entre Ucrania y Rusia ha impulsado nuevamente a la economía mundial en un escenario de incertidumbre, donde el sector agrícola no se escapa de sus implicaciones.

Un elemento de vital interés se encuentra en la estructura de costos a la que se ve expuesta la agricultura, ya que Rusia figura como uno de los principales exportadores a nivel mundial de materia prima para la producción de fertilizantes y abonos. Estos insumos de producción han experimentado importantes aumentos de precios desde el inicio de la pandemia; y que con el comienzo del conflicto armado se han colocado en máximos históricos.

Un ejemplo es la Urea, el fertilizante nitrogenado de mayor uso en el mundo y de gran relevancia para la producción de diversos cultivos en el país, pasó de $265 a $846,38 por tonelada, significando un aumento del precio cercano al 219% respecto al año anterior.

Este aumento del precio de los fertilizantes tendrá un efecto inminente sobre el sector agrícola. Se estima que estos químicos representan al menos el 15% de los costos de los cultivos alimentarios en Costa Rica. De tal forma que repercutirá de manera importante sobre el precio de los alimentos, que a su vez contribuirá al aumento en la inflación del país.

En términos de bienestar social, el aumento del precio de los fertilizantes tendrá repercusiones sobre la pobreza. Los hogares bajo esta condición destinan una proporción importante de su gasto al consumo de alimentos agropecuarios esenciales (70% de su gasto en Canasta Básica). De manera que el conflicto bélico que afectan los costos de los alimentos también repercutirá de modo inminente sobre los hogares pobres y su costo de vida.

Ante el escenario de incertidumbre mundial es de suma importancia prestar atención no solo al aumento generalizado sobre los precios de las energías, sino también es de vital relevancia considerar los efectos coyunturales y estructurales que afectan a sectores estratégicos para el país como la agricultura. El gobierno debe brindarle soluciones a la situación que experimenta y experimentará la actividad agrícola, de forma contraria el precio lo pagaremos todos, especialmente aquellos en mayor condición de vulnerabilidad.

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