Este 21 de marzo se firmó un convenio entre la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) para la creación de 35 prótesis craneales impresas en 3D que buscan favorecer la atención médica de algunos pacientes del Hospital México.

Para los representantes de la CCSS, esta nueva metodología busca fortalecer tecnológicamente los servicios hospitalarios, con la intención de que esta idea se pueda expandir a otros centros nosocomiales próximamente. 

El convenio surge ante la carencia de empresas en el país que confecciones este tipo de implantes, de ahí la idea de aprovechar el talento humano y la tecnología con la que el INA cuenta en este momento. 

Los pacientes que fueron seleccionados para formar parte de este proyecto son aquellos que cuentan con defectos craneales del servicio de neurocirugía de este hospital capitalino.

Los neurocirujanos de este mismo centro médico son los encargados de emitir las imágenes médicas, los estudios y la guía correspondiente para que las prótesis sean impresas con un gran nivel de precisión y que se apruebe antes del proceso quirúrgico. 

Esteban Vega de la O, gerente de logística de la CCSS, es el encargado de gestionar dicho proyecto y aseguró que los resultados que se obtengan con este primer avance podrían ampliar el portafolio de aplicaciones biomédicas del Laboratorio de Órtesis y Prótesis.

Las prótesis serán impresas en 3D con material biocompatible, es decir, que no provoca rechazos o efectos negativos en los pacientes. El objetivo es reemplazar una parte considerable del cráneo de aquellos pacientes que han sufrido alguna enfermedad o trauma congénito. 

Con esta cirugía se mejorará la apariencia del paciente, se brindará protección al cerebro, se mejorarán las funciones neurológicas y se aliviarán los dolores de cabeza que afectan a diario a esta población. 

En cuanto al equipo de impresión, este permite que los implantes craneales sean diseñados lo suficientemente milimétricos para coincidir con la anatomía de cada uno de los pacientes.

Otra de las ventajas que ofrece el material de fabricación es que no provoca rechazo por el organismo, son resistentes a infecciones, no conducen el calor y no son corrosivos. 

En el tema biológico, este avance permite el crecimiento de cédulas, logrando que parte del hueso compacte mejor con la prótesis. 

Para los diseñadores de este proyecto, la idea de todo este proceso es hacer que el asegurado disfrute de la prótesis como algo propio del cuerpo, que no genere incomodidad y que su patología no sea un impedimento para llevar a cabo sus actividades diarias.