La Segunda Encuesta Nacional Sobre Covid-19, elaborada por los estudiantes de la Universidad de Costa Rica del Curso de Diseño de Encuestas por Muestreo, enlistó seis diferentes mitos que existen en torno a la vacuna contra la COVID-19 y su percepción en la población.

¿Cuáles son?

La encuesta se realizó a una muestra de 2003 entrevistas, durante el mes de octubre, considerando un 95% de confianza, con un margen de error en las estimaciones de aproximadamente 2 puntos porcentuales. La cobertura de la muestra estudiada cubre el 97% de la población de 18 años y más en el país, con teléfono celular activo.

El mito más difundido es que la vacuna contiene sustancias que afectan la salud (22.3% está de acuerdo o muy de acuerdo) y que causa el COVID-19 (19.8%). Otros, con magnitudes menores, fueron que la vacuna causa infertilidad (6.3%), que contiene microchips para controlar a las personas (4.1%), que provoca autismo (3.5%) y que produce cáncer (3.3%).

Al menos 63% de la población estuvo en desacuerdo o muy en desacuerdo con cada uno de los mitos. 

Desmentidos

  • La vacuna contiene sustancias que afectan la salud

En el caso de Costa Rica, las vacunas que se aplican a la población son las de las farmacéuticas Pfizer y AstraZeneca.

Según el doctor de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), Jorge Damián Chaverri Murillo, las vacunas están en igualdad de condiciones en relación con el beneficio y buscan el mismo mecanismo de protección, aunque hay pequeñas diferencias entre ellas, que no cambian en nada el beneficio.

Ambas vacunas se desarrollaron gracias a la investigación científica recogida durante décadas en las más prestigiosas universidades del mundo. Por lo tanto, se considera que las vacunas han sido posible gracias al avance científico y la tecnología más desarrollada en el mundo actual.

Tanto la vacuna de AstraZeneca como la vacuna de Pfizer tienen el mismo beneficio con distinto mecanismo de acción. La vacuna de Pfizer y la de AstraZeneca llevan el mismo mensaje por diferente medio, afirma la viróloga Eugenia Corrales-Aguilar, catedrática en virología de la Universidad de Costa Rica.

Luego de más de 400 millones de vacunas puestas se ha demostrado que las vacunas son seguras y eficaces. La vigilancia epidemiológica también ha detectado algunos efectos secundarios muy raros que pueden suceden uno en un millón de personas. En términos sencillos, es tan raro como ser alcanzado por un rayo. 

  • La vacuna causa infertilidad

La plataforma digital de periodismo colaborativo dedicada a la salud pública en América Latina, Salud Con Lupa, desmintió esta afirmación. 

Indicaron que un mito argumenta que las vacunas causan esterilidad debido a que generan anticuerpos que no solo tienen por objetivo atacar a la proteína S, o proteína espiga, del coronavirus, como se pretende, sino que también reaccionan contra una proteína en la placenta llamada sincitina-1. Personas dicen que la proteína del virus y la proteína humana son tan similares en su estructura que los anticuerpos protectores contra el coronavirus también evitarán que la placenta se desarrolle de manera adecuada, lo cual ocasionaría infertilidad.

Por tal razón, compararon la proteína S del coronavirus con la sincitina-1, y no encontraron una similitud evidente entre sus secuencias de aminoácidos.

Analizamos el suero de las mujeres con covid-19 y no detectamos ninguna reacción entre los anticuerpos de las pacientes y la proteína de la sincitina-1. Hasta ahora no hay pruebas ni informes de infertilidad entre las mujeres que se han recuperado de covid-19, a pesar de los millones de mujeres que se han contagiado. Al contrario, las mujeres han quedado embarazadas después de la infección del coronavirus y la vacuna". 

Detallaron que lo anterior incluye a las mujeres vacunadas que quedaron embarazadas mientras participaban en los ensayos clínicos de las vacunas. Es muy poco probable que los materiales de la vacuna que representan una pequeña porción del virus afecten la fertilidad. Indican qu no hay ninguna posibilidad de que alguien pueda contagiarse de covid-19 a partir de las vacunas, que no contienen el virus vivo.

Médicos e investigadores aquí en la Universidad de Miami analizaron el tema de la fertilidad masculina y recalcaron que la vacuna no pone en riesgo el sistema de reproductivo masculino. El profesor de dicho centro de estudios, Ranjith Ramasamy, indicó: 

Una razón por la que muchos dudan en vacunares es la percepción de que las inyecciones contra el COVID-19 podrían afectar la fertilidad masculina. Nuestra investigación muestra lo contrario. No hay evidencia de que la vacuna dañe el sistema reproductivo de un hombre. Pero no vacunarse y contraer COVID-19 muy bien puede que sí".

  • Contiene microchips para controlar a las personas

El sitio web de verificación de hechos Politifact consultó al Centro para el Desarrollo de Vacunas y Salud Global de la Universidad de Maryland sobre la teoría de que las dosis de las vacunas vendrían con un chip que se implantaría en las personas.

El director de la Universidad, Wilbur Chen, desmintió tal afirmación al señalar que la versión más pequeña de un microchip aún es "demasiado grande como para entrar por una aguja".

El medio de verificación resaltó que diferentes publicaciones denunciaban que se incluirá un "chip RFID" en el antivirus, lo que permitirá al gobierno " vigilar su ubicación, la velocidad a la que camina (sic) e incluso LO QUE HAY EN SU CORRIENTE DE SANGRE ".

Los chips RFID que se utilizan habitualmente para el seguimiento de mascotas son tan pequeños como un grano de arroz ... o en otras palabras, son tan grandes como un grano de arroz, y ninguna aguja de vacuna en uso tiene un diámetro tan grande".

  • Provoca autismo

Los rumores que ligan a las vacunas con el autismo, no son nuevos. Vienen desde el 26 de febrero de 1998, según detalla la BBC. 

En Londres, el médico Andrew Wakefield presentó una investigación preliminar, publicada en la revista científica The Lancet, en la que decía que doce niños vacunados habían desarrollado comportamientos autistas e inflamación intestinal grave.

El médico reconocía que se trataba únicamente de una hipótesis: la vacuna podría causar problemas gastrointestinales, que llevaban a una inflamación en el cerebro y tal vez al autismo.

Al respecto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) desmiente: 

No. No hay evidencia de ningún vinculo entre ninguna vacuna y el autismo o trastornos autistas. Asimismo, no existe asociación entre la vacuna contra el sarampión, la rubeola, y las paperas (SRP) y el autismo. Un único estudio, que fue mal diseñado y ya refutado, reportó esta asociación en 1998. Desde ese entonces, cientos de estudios bien diseñados han confirmado que no hay riesgo de autismo por vacunación.

  • Provoca cáncer

La American Cancer Society indica que el mito es falso y en contraparte insta a los pacientes de algún tipo de cáncer a informarse sobre su proceso de vacunación.

Explican que por lo general se recomienda que no se administren vacunas durante la quimioterapia o radioterapia. La única excepción es la vacuna contra la influenza (gripe). La razón se debe principalmente a que las vacunas necesitan una respuesta del sistema inmunitario para surtir efecto y es posible que no obtenga una respuesta adecuada durante el tratamiento del cáncer.

Las personas con cáncer (o con un historial de esta enfermedad) puede recibir algunas vacunas, pero todo depende de muchos factores, el tipo de cáncer en cuestión y si acaso la persona aún se encuentra recibiendo tratamiento oncológico, así como si su sistema inmunológico funciona apropiadamente. Debido a esto, lo mejor es consultar con su médico antes de acudir a vacunarse con cualquier tipo de vacuna".