En los distritos de la Tigra de San Carlos y San Lorenzo de San Ramón se encuentra la nueva Reserva Bosque La Tigra, un proyecto ecoturístico que promueve la restauración del bosque tropical, la conectividad ecológica, la educación ambiental y el desarrollo de comunidades locales.
La reserva es una iniciativa que se desarrolla mediante una alianza entre la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ) y la empresa alemana tour operadora Travel-to-Nature a través del programa develoPPP, del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ).
Bosque La Tigra posee una extensión de 50 hectáreas de bosque tropical y se planea que cuente con una estación biológica con aulas, recepción, comedor, laboratorios, y hospedaje para los visitantes que busquen aprender sobre la biodiversidad local.
Además, la reserva cuenta con senderos internos y un vivero de especies nativas dedicado a actividades de reforestación y que se utilizarán para dar talleres de plantación de árboles y tours guiados de flora y fauna.
El gerente general del proyecto, Paul Valenciano, expresó que:
Este proyecto fomenta el desarrollo sostenible y demuestra que es posible vivir de la biodiversidad, generando grandes beneficios como el empleo a las comunidades locales, escaso en la actualidad y apoyo a emprendedores, también contribuye a desarrollar un destino turístico nuevo en Costa Rica con gran potencial”.
Asimismo, como parte de su proyecto de reactivación económica, se ha trabajado con el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) para la capacitación de guías de turismo local y se ha brindado apoyo a emprendimientos sostenibles y de actividades ecoturísticas que puedan participar dentro de la reserva una vez haya sido inaugurada.
También, en el ámbito educativo se recibieron grupos escolares que participaron en charlas de concientización ambiental y se espera que en el futuro se puedan recibir estudiantes universitarios que participen en labores de investigación sobre la biodiversidad de la zona.
Svenja Paulino, directora del Programa de Biodiversidad y Negocios en Centroamérica y República Dominicana de la GIZ, explicó que:
Formar parte del proyecto que junto a Travel-to-Nature impulsó la creación de la Reserva Bosque La Tigra es de mucho valor, no sólo por la importancia que tiene el desarrollo de un modelo replicable de ecoturismo sostenible con capacidad de alcance global, sino también porque esta iniciativa atiende la necesidad de conservación y uso sostenible de la biodiversidad, objetivos centrales que persigue la GIZ en Costa Rica y Centroamérica”
La importancia de esta nueva reserva recae también en su ubicación. Bosque La Tigra se localiza entre las cercanías del Parque Nacional Volcán Arenal y colinda con el Bosque Eterno de los Niños, la reserva privada más grande del mundo.
Su ubicación estratégica permitirá que se establezca un corredor biológico entre ambos lugares y que a su vez aumente las áreas de hábitat, refugio y alimentación de las especies locales.
Con la colaboración de la GIZ, se desarrolló un inventario de especies de flora y fauna, además de que se identificaron árboles nativos aptos para el proyecto de reforestación, que cuenta con 4038 árboles sembrados hasta el momento.
Para la exploración de la fauna endémica de la zona, se instaló un sistema de monitoreo de cámaras trampa que pretende estudiar las condiciones que ofrece el bosque a las distintas especies que lo habitan.
Los diversos proyectos que se ejecutan en la reserva se han logrado a partir de la colaboración de actores locales como centros educativos, empresas costarricenses y europeas, la Asociación Administradora de Agua Potable de la localidad (ASADA), el Bosque Eterno de los Niños y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA).