Santiago (nombre ficticio para proteger la identidad del menor) es un niño de 11 años que dio positivo por COVID-19 el pasado 18 de agosto de 2021. Los síntomas que presentó, afortunadamente, fueron muy leves y sólo le afectaron por un día y medio.

El caso de Santiago daría un giro anómalo el martes 7 de septiembre. Se encontraba en clases virtuales y de pronto presentó fiebre alta, dolor de cabeza, ojos rojos, cansancio, vómito, diarrea y párpados hinchados, cuenta su abuela.

Luego de un par de visitas al pediatra donde el tratamiento recibido no dio frutos y, en medio de la confusión por no saber lo que pasaba, fue trasladado de emergencia al Hospital Nacional de Niños (HNN).

¿El diagnóstico?

Síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C, por sus siglas en inglés).

Tal condición está relacionada temporalmente con COVID-19 y tiene altas similitudes con la enfermedad de Kawasaki.

Se presenta de cuatro a seis semanas luego de que el Sars Cov-2 ingresó al cuerpo y se manifiesta como una inflamación de diferentes sistemas y partes del organismo, entre ellas corazón, pulmones, riñones, cerebro, piel, ojos u órganos gastrointestinales.

Delfino.cr conversó con el infectólogo pediatra del HNN y quien lidera el proceso del MIS-C en Costa Rica, Rolando Ulloa Gutiérrez, sobre el síndrome en territorio nacional, su tratamiento y otros detalles.

Actualmente la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) califica el MIS-C como poco común. El pasado 19 de agosto de 2020 se dio el primer caso en el país y al día de hoy (28 de setiembre de 2021) se registran 46 menores afectados.

En Costa Rica, los casos suelen presentarse en niños en edad escolar (6-12 años). En los Estados Unidos, según los CDC, afecta a un estimado 11 personas por 100.000 habitantes menores de 20 años. En junio de 2021, habían 4.404 casos notificados en el país norteamericano.

En las recomendaciones para su manejo, la CCSS detalla que se requiere una alta sospecha clínica para una identificación oportuna, pues es una enfermedad que se superpone con otras condiciones.

Si un niño llega con fiebre de un día, el Mis-c no es primer diagnóstico, porque la probabilidad es infrecuente", señala el médico. 

Es decir, si llega un menor llega con sintomatología de un día, puede ser cualquier otro virus. Lo extraño del comportamiento que tiene el síndrome, indica Ulloa Gutiérrez, hace que los pacientes hagan la consulta dos o tres veces antes de dar con el diagnóstico.

La detección la pueden guiar síntomas como: Fiebre de 3 o más días, ojos rojos (como conjuntivitis), labios rotos, lengua en frambuesa (roja y se levantan las papilas), sarpullido en la piel, Dolor abdominal intenso, diarrea y vómito, palmas de las manos y pies hinchados, brote cutáneo. Imagen: childrenswi.org

El experto cuenta que todos los casos en el país llegan al Hospital de Niños porque es el único sitio donde se maneja la enfermedad, tanto por la gravedad, como el medicamento particular y la atención especializada que requiere. En Costa Rica no se han registrado muertes asociadas al síndrome, pero seis menores tuvieron que requerir una unidad de cuidados intensivos debido a la afectación.

A veces, el paciente viene muy sintomático, en estado en shock, con mala circulación entonces hay que ponerle suero para subir la presión. Una baja presión puede llevar al shock y a un posterior paro cardiaco". 

El doctor explica que para la medicación de los pacientes de MIS-C se suelen usar 2 o 3 medicamentos.

  • La inmunoglobulina intravenosa, para que el paciente no siga inflamándose a lo interno.
  • La aspirina para que funcione como anticoagulante debido a que suelen hacerse coágulos que pueden llegar al corazón.
  • En ocasiones se utilizan un esteroide si la inflamación es más grave.

Rolando Ulloa Gutiérrez, también es investigador y coordinador de la Red Latinoamericana de Enfermedad de Kawasaki, donde siguen de cerca al MIS-C por su similitud. Con datos de dicha red, puntualiza que en América Latina hay 78 hospitales aptos para atender el síndrome.

Añade que a nivel mundial tiene una mortalidad de 2,3 %. En América Latina dicho porcentaje sube a un 5% y en un país como México llega a 8%.  

Son 46 de todos los casos de COVID-19 en niños que hemos tenido (en Costa Rica). Representa menos del 1% de los casos pediátricos. Es algo infrecuente pero grave. No tiene una mortalidad para nada despreciable". 

¿Qué recomendaciones puede adoptar la familia para estar alerta?

El especialista fue enfático en que la principal solución ante los casos de MIS-C es que los adultos acudan a vacunarse. También especifica que los padres deben esta atentos al pasar de las semanas de que los niños contrajeron el coronavirus en caso de que se dé alguna manifestación de los síntomas mencionados.

La mayor parte de la vacunas aún están aprobadas solo en adultos y algunas en mayores de 12 años". 

Al respecto de la recuperación y de los meses siguientes, detalla que los menores alcanzan generalmente seis días internados en el hospital por el síndrome. Posteriormente los especialistas en áreas como cardiología e infectología, programan citas durante tres a seis meses, para dar seguimiento a las afectaciones que se presentaron.

En el caso expuesto al inicio de esta noticia, Santiago pasó 5 días internado y ahora tiene visitas para evaluar sus niveles de coagulación y oxigenación en la sangre. Su abuela Matilde señaló que la atención dada en el HNN fue "muy buena" y para su familia significó una gran satisfacción ver la mejoría de Santiago.

Si el paciente se diagnostica a tiempo y no tiene repercusión cardiaca tan fuerte, entonces las secuelas serán leves", agregó el infectólogo..

Actualmente Costa Rica forma parte del Consorcio del Estudio del Mejor Tratamiento Disponible (BAST) para el Mis-c. Los análisis aún no dan con la puntualidad del remedio porque llegan a conclusiones diferentes.

Los médicos confían en los medicamentos inmunomoduladores para el tratamiento del síndrome, basándose en su parecido con la enfermedad de Kawasaki.

Ulloa Gutiérrez recuerda que al estar en una pandemia se trabaja y se buscan soluciones sobre la marcha, de ahí la necesidad de los profesionales de la primera línea de atención de estar en constante actualización del comportamiento de la enfermedad y afectaciones asociadas.

El MIS-C ya se ha presentado en adultos, sin embargo es muy inusual. En Costa Rica no hay registro de personas afectadas.