La Contraloría General de la República presentó un análisis de la situación presupuestaria de la Caja Costarricense del Seguro Social para el primer cuatrimestre (enero-abril) del presente año, en la que encontró que, a pesar de presentarse una leve mejoría en los ingresos, el resultado final refleja una disminución de los ingresos en un 0.9% con relación al mismo periodo del 2020. Según detalló el informe la caída en los ingresos de la Caja se debe, principalmente, a una disminución en las transferencias corrientes del Gobierno Central.

Dato D+: Las transferencias corrientes durante el primer cuatrimestre del año cayeron un 34% en relación con el 2020, pasando de ₡111.796 millones el año pasado a solo ₡73.593 millones este año.

A pesar de la caída a nivel general, las contribuciones a la seguridad social aumentaron interanualmente en un 4.1%, pasando de ₡989.352 millones en 2020 a ₡1.0029.615 millones este año. El repunte se logró gracias a una disminución en la tasa de desempleo que permitió una mayor recaudación de las contribuciones por seguridad social del Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) y el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).

El informe detalla que la reducción en las transferencias del Gobierno Central aumenta la deuda que el Estado mantiene con la Caja, y que la Caja estima en ₡2.234.540 millones. La Contraloría señaló su preocupación ya que el Ministerio de Hacienda no reconoce la totalidad de esa deuda del Estado con la Caja, y según los datos de la Contabilidad Nacional, ₡2.044.222 millones no han sido reconocidos como deuda del Estado con la institución.

Dato D+: La aprobación del crédito con el Fondo Monetario Internacional incluye el pago de ₡108.501 millones a la deuda del Estado con la Caja lo que equivale, aproximadamente, a un 4.85% de esa deuda según los datos de la Caja.

La Contraloría también alertó que, desde el año pasado, la Caja ha tenido que utilizar los ingresos provenientes de los rendimientos de las inversiones financieras en la atención de su actividad ordinaria, lo cual “en el mediano y largo plazo podría generar una disminución en la capacidad de inversión en títulos valores por parte de la CCSS e impactar negativamente en la sostenibilidad financiera de los seguros sociales”.

Adicionalmente, la Contraloría destacó que la brecha entre ingresos y gastos corrientes de la Caja “tiende a recuperarse levemente, pero sin alcanzar los niveles previos a la pandemia del COVID 2019, y sigue presentando riesgos, dado que en 2019 la relación ingreso/gasto corriente era de 1.18 (colones de ingreso por cada colón de gasto), mientras que para el 2021 esa relación está en 1.06, una muy leve mejoría del 1.05 registrado el año anterior.

El informe alerta a las autoridades de la Caja a poner atención al incumplimiento del Gobierno Central con las transferencias a la Caja, y apuntó especialmente al Régimen no Contributivo de Pensiones (RNCP), el cual registra desde el año pasado una relación ingreso/gasto corriente deficitaria, lo que significa que la Caja ha tenido que utilizar ingresos de su superávit específico u otras fuentes de financiamiento, para cubrir el déficit de ese régimen.

Por último, el análisis realizado por la Contraloría señala que las inversiones financieras de la Caja presentan una caída en el período 2019-2020, pero el superávit total reflejó un crecimiento para ese mismo período, lo cual las autoridades de la Caja explicaron en la decisión de contar con mayores recursos líquidos para atender la emergencia sanitaria.

El informe señala que, para finales del 2019, las inversiones de la Caja alcanzaban los ₡3.540.048 millones, mientras que a finales del 2020 esa cifra se redujo en ₡45.286 millones, para una caída de 1.3%, reflejado principalmente en las inversiones a corto plazo de la institución, pero para ese mismo periodo el superávit de la Caja creció en ₡129.045 millones (+15.4%).

Dato D+: En 2020 los ingresos de la Caja fueron de ₡5.565.038 millones y sus gastos ₡4.599.696 millones, para un superávit al cierre del año de ₡965.341 millones.

El análisis de la Contraloría concluye que “los riesgos que amenazan la sostenibilidad financiera de los seguros que administra la CCSS se mantienen y ameritan la adopción de acciones estratégicas para garantizar a la población, en primera instancia, la continuidad de los servicios que brinda, y lo que es más importante, una mejora sustantiva en la calidad y oportunidad de los mismos”.

La Contraloría destacó la importancia de que las autoridades de la Caja busquen soluciones “efectivas y permanentes” a aspectos como el financiamiento integral de los seguros, en especial las negociaciones con el Gobierno Central para saldar la deuda del Estado con la institución, un ataque a la evasión y morosidad, así como un aumento en la cobertura, que incluya nuevas formas de aseguramiento para el sector informal.