El Proyecto XULO es un proyecto de investigación que lleva seis años entre documentación de audio y video, un trabajo multidisciplinario y transfronterizo sobre las culturas antiguas hasta la actualidad. En el presente realiza una investigación sobre cánidos que convivieron con las primeras personas habitantes de América.
Los investigadores Myrna Báez, Guillermo Vargas y Raúl Valadez Azúa estudiaron restos óseos de esta especie que se encuentran al resguardo del Museo Nacional de Costa Rica.
Entre las muestras que se analizan hay coyotes (Canis latrans), pero estos, al contrario de lo que se pensaba, son una excepción: la mayoría de los restos son de perros domésticos (Canis familiaris).
Hasta el día de hoy, los perros no habían sido identificados en el país como animales que convivieron con las primeras culturas y personas. Ahora, los avances de los especialistas y sus estudios minuciosos por años, hacen posible diferenciar entre perros, coyotes, lobos, loberros (mezcla de lobo y perro) y coyerros (mezcla de coyote y perro).
El investigador, Guillermo Vargas, indicó que los objetivos del proyecto son estudiar sobre las primeras culturas que convivieron en estos territorios que habitamos.
Analizarla desde la figura del perro, comenzar a hablar sobre el perro en un lugar donde nunca se ha hablado del perro, donde solo se ha identificado una pieza como perro, donde hasta la fecha no había restos oseas identificados como canis familiaris".
Cabe resaltar que el proyecto cuenta con la asesoría de la experta en nuevas tecnologías, Natalia Rodríguez y con el equipo de laboratorio Innovatio, ubicado en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), quienes están realizando escaneos 3D de los restos óseos que se están estudiando desde proyecto XULO.
Hay características que son visibles para clasificar cánidos. Por informes y datos de especialistas se sabe que los dentarios varían entre estos animales. Una de las especificaciones para clasificarlos cuando aparecen piezas completas es, por ejemplo, la forma del proceso coronoide de los dentarios.
Hasta el Darién
En Bribri actual y en náhuatl, Chichi significa perro. Se asume que convivió con personas, presumiblemente en sabanas con árboles donde ramoneaban y pastaban manadas de gliptodontes (género extinto de un gran mamífero acorazado), caballos y mastodontes.
Se movía, además, en el borde de los cursos de ríos, que posiblemente se ampliaban en estación de lluvia. También compartía con sus compañeros humanos como parte de los grupos de cazadores recolectores y cazando mega fauna en lo que es hoy la península de Nicoya.
Según los investigadores del tema, Raúl Valadez, Alicia Blanco y Bernardo Rodríguez “A partir del siglo XVI, con la llegada del ganado doméstico y la progresiva destrucción de los bosques, el coyote amplió su rango de distribución hacia al sur hasta alcanzar Centroamérica.”
Estos cánidos, los coyotes, hoy día no han cruzado el Darién, esa selva espesa que se localiza entre Panamá y Colombia. Su desplazamiento es favorecido por las extensiones de pasto y monocultivos, páramos y terrenos con poca vegetación, mismos que le han permitido avanzar hacia el sur de América.
Estos canes se alimentan de pequeños mamíferos y aves que cazan en lugares abiertos. Antes de que se impusiera la colonización española en América, su hábitat se limitaba al norte y hasta el centro de México, según evidencia ósea recuperada en sitios arqueológicos.
Hablar de estos perros como un animal de compañía. No eran perros para la guerra como los que trajo Colón desde el segundo viaje. Para nosotros es importante asociar a estas culturas con este tipo de perros. Los utilizaban en rituales, habían perros representados en oro, caciques con nombre de perro", ejemplificó Vargas.
Hasta el día de hoy Proyecto XULO identificó representaciones en piedra, jade, oro, cerámica y pintura sobre cerámica de perros que convivieron en las tres regiones llamadas arqueológicas: Gran Nicoya, Región Central y Gran Chiriquí, que comprenden el territorio de lo que actualmente es Costa Rica.
El investigador Vargas agregó que estos estudios "ayudan a entender de dónde venimos, hay mucho conocimiento por rescatar. Es uno de los objetivos que buscamos como equipo multidisciplinario y trasfronterizo".
El perro siempre estuvo con el ser humano. La relación del humano-perro fue indivisible desde que se encontraron, según los estudios científicos hasta nuestros días. Es la domesticación lo que hace al perro y esa domesticación también ayuda al humano a asentarse, porque el perro también ayuda en protección, en la cacería, como animal de compañía"
Las siguientes fotografías son la única representación que estaba reconocida como perro en las colecciones del acervo cultural nacional a cargo de los museos Nacional, de Jade y Oro. Reconocida por el investigador autodidacta Luis Ferrero.
Proyecto Xulo, en su Facebook e Instagram, estará compartiendo resultados de sus avances. De paso, en el siguiente link una muestra de cómo van descubriendo los investigadores científicos entre especies de canidos.