• El acuerdo global busca fortalecer la cooperación internacional para resguardar las medidas en contra del cambio climático.
  • En su intervención durante la cumbre P4G, el presidente de Costa Rica recordó que se debe asumir una estrategia verde para asegurar el futuro de próximas generaciones.

Junto a otras 47 naciones y 23 organizaciones internacionales, Costa Rica suscribió este lunes 31 de mayo la Declaración de Seúl, que reconoce la crisis climática como una amenaza global urgente que implica desafíos económicos, sociales, de seguridad y relacionados con los derechos humanos. 

La suscripción del acuerdo tuvo lugar este lunes en el marco de la Cumbre P4G liderada por Moon Jae-in, presidente de Corea.

Además contó con la participación de líderes de Corea, Dinamarca, Colombia, Vietnam, Países Bajos, Kenia, Estados Unidos, Tailandia, Camboya, Austria, Perú y Costa Rica.

En su intervención virtual en el panel Leaders’ Dialogue, como parte de la Cumbre P4G, el presidente Carlos Alvarado Quesada señaló que Costa Rica adquiere un compromiso en pro del bienestar ambiental, afirmando que “el cambio climático es una cuestión de derechos humanos”.

El mandatario apuntó además a que se debe generar una responsabilidad global para asegurar el planeta para las próximas generaciones:

Es la reforestación un factor determinante. En los árboles se encuentra una tecnología milenaria que es la clave para resguardar el bienestar ambiental. También es importante resaltar el papel de las mujeres, comunidades locales y población indígena, quienes han protegido los recursos ambientales de manera histórica y debemos continuar su legado”.

El Presidente Moon, por su parte, recordó la iniciativa The High Ambition Coalition for Nature and People que busca la protección de 30% de los ecosistemas marinos y terrestres del planeta y que es liderada por Francia y Costa Rica.

Además, el mandatario coreano aplaudió a Costa Rica por su reconocimiento como Campeones de la Tierra por su compromiso en proteger la naturaleza. 

Sobre la Declaración de Seúl

Los países y organizaciones suscritas a la Declaración de Seúl se comprometieron a impulsar la inversión en soluciones innovadoras para la gestión sostenible del agua a través del uso de los recursos hídricos, en reconocimiento de la necesidad de la gobernanza de las cuencas hidrográficas para garantizar el acceso a agua potable.

También, a fortalecer la cooperación internacional para promover la transición energética aumentando la participación de las energías renovables como la solar y la eólica en la generación de energía, así como en la búsqueda de  enfoques para eliminar el carbón existente y detener la financiación pública para la construcción de carbón en el extranjero y más bien  promover el uso de hidrógeno limpio.

El acuerdo detalla esfuerzos por lograr sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles y resilientes, buscando ciudades verdes inteligentes donde los humanos coexistan con la naturaleza en armonía en una política de “sociedad cero residuos” y fomentando la expansión del transporte de cero emisiones.

Creemos que la pandemia debe superarse a través de la recuperación verde como una estrategia. La medida en que se implemente la recuperación verde puede remodelar nuestra economía y sociedad, así como ser un punto de inflexión en nuestro viaje para lograr los objetivos del Acuerdo de París, así como el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS). Necesitamos participar en asociaciones inclusivas en las que gobiernos, empresas y sociedad civil sean parte de soluciones colectivas, para el presente y el futuro generaciones”, se lee en la declaración.