El ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, iba a listarle a los diputados los 21 intentos del Gobierno por adquirir más y nuevas dosis de vacuna contra la COVID-19 para acelerar la inmunización al país, sin embargo, los congresistas lo dejaron plantado el miércoles por la mañana y en su lugar pasaron su audiencia para el próximo lunes.
Pese a ello, Salud decidió hacer pública la presentación que habían preparado para los legisladores, detallando los acercamientos para incrementar la disponibilidad de vacunas en el país y aplastar el argumento recurrente de que el país "está casado" con una sola casa farmacéutica.
De acuerdo con los registros, Costa Rica ha realizado seis contactos con Mariana Scelza Perata, gerente general para Venezuela, Centroamérica y el Caribe de Johnson and Johnson, cuya vacuna unidosis tiene autorización de emergencia de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA), de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y de la Organización Mundial de la Salud.
Los contactos con J&J empezaron en septiembre del 2020, continuaron en octubre y nuevamente en diciembre del año pasado. Se retomaron en enero del 2021, se continuaron en abril y el último tuvo lugar el 20 de mayo pasado. En todos los casos, según señaló Salud, la respuesta de la farmacéutica ha sido que toda su producción de vacuna para el 2021 está comprometida, por lo que no podría enviar dosis al país este año.
En el caso de la vacuna de Moderna, inicialmente descartada por Costa Rica debido a que su precio es tres veces más alto que la de Pfizer, se iniciaron las conversaciones con Patrick Bergstedt, vicepresidente senior de vacunas comerciales de Moderna, en septiembre del 2020; se continuaron dos veces en enero de 2021 y otras tres veces en el actual mes de mayo; con la respuesta de que no es posible hacer entregas sino hasta el año 2022.
La vacuna de Moderna recibió autorización de uso de emergencia por parte de la FDA el 18 de diciembre de 2020, se autorizó su uso en Canadá el 23 de diciembre de ese año, la EMA la aprobó el 6 de enero de 2021 y la OMS la incluyó en su lista de vacunas autorizadas de emergencia a finales de abril de este año.
En el caso de la vacuna rusa Sputnik V, el gobierno realizó el primer contacto en septiembre del 2020 y los otros cuatro restantes este 2021, incluyendo una consulta oficial el día 21 de abril. Salud reportó que no hay comunicación oficial sobre disponibilidad de hacer entregas a Costa Rica. Las conversaciones se realizaron con Vladimir Primak, director del Fondo de Inversión Directa de Rusia (FIDR).
Lo mismo ocurre con la vacuna china Sinopharm, la cual no tiene autorización de uso de emergencia de ninguna agencia de regulación estricta, pero sí recibió el visto bueno de la Organización Mundial de la Salud el 7 de mayo de este año. Según los registros de Salud, Costa Rica realizó el primer contacto respecto a esta vacuna en agosto del año pasado, volvió a hacerlo en septiembre y nuevamente el 7 de abril de 2021 con gestión en la Embajada de China, y otra vez el 21 de abril, pero no hay comunicación oficial sobre disponibilidad de hacer entregas a Costa Rica. Las conversaciones se han llevado a cabo con Tang Heng, embajador de China en nuestro país.
El Gobierno también reportó que mantiene comunicaciones continuas con AstraZeneca para valorar la aceleración o el incremento de las dosis ya contratadas, sin embargo, la empresa ha sostenido que no tiene posibilidad de hacer eso.
Solo Pfizer ha respondido favorablemente a las solicitudes del gobierno de más vacunas: se firmó una primera adenda por 1 millón de dosis y más recientemente se suscribió otra por más de 2 millones de biológicos.
Pfizer se ha comprometido a entregar el 100% de las dosis contratadas este 2021. El ministro de Salud afirmó en conferencia de prensa el 12 de abril de 2021 que el contrato con Pfizer contiene un cronograma tentativo de entregas, pero el mismo es confidencial y por ende solo pueden hacer anuncios cuando ya se tiene confirmación de que está de camino un lote hacia el país.