La semana pasada se alcanzó una gran meta: 1 billón de dosis de vacunas contra la COVID-19 han sido administradas a nivel mundial. Este es un logro sin precedentes y representa la inmunización masiva más rápida de nuestra historia – tomó 4 meses desde la aprobación de la primera vacuna a la administración de 1 billón de dosis – ¡Cuatro meses! Y lo mejor de todo: las vacunas funcionan.

Cada vacuna aprobada pasó por una serie de ensayos clínicos donde se probó la eficacia de estas en condiciones controladas en una cierta cantidad de personas. Consecuentemente, una vez que las vacunas salen al mercado se continúan más estudios donde se mide la efectividad de estas —este término se refiere a su efectividad en el “mundo real”, es decir fuera de condiciones controladas. Por ejemplo, la vacuna de Pfizer/BioNTech mostró ser 95% eficaz en prevenir enfermedad sintomática en 43,548 personas en ensayos clínicos. Israel fue el primer país donde se llevaron a cabo estudios de efectividad en mundo real de la vacuna de Pfizer/BioNTech, y se demostró que ésta es 94% efectiva en prevenir enfermedad sintomática en 596,618 personas, mostrando que la vacuna también es efectiva en el mundo real. Además, en estos estudios se miden otras variables, por ejemplo: ¿Es efectiva también en reducir la transmisión de COVID-19? Este último estudio concluyó que, una vez aplicada la segunda dosis, la vacuna es 92% efectiva en prevenir infección del virus. En contraste  otro estudio concluyó que, después de la segunda dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech o de AstraZeneca, la probabilidad de infección cambia a un 70%. Así es la ciencia, no siempre se van a dar exactamente los mismos resultados —aunque idealmente deban ser parecidos— pero en conjunto ambos estudios muestran evidencia que las vacunas no solo protegen contra enfermedad severa, sino que también pueden reducir el riesgo de infección y por ende de transmisión.

Es importante recalcar que un esquema de vacunación completo se define como dos semanas después de la segunda dosis, o para el caso de la vacuna de Johnson & Johnson que es solo una dosis, dos semanas después de esta dosis. Esto se debe a que ese es el tiempo promedio que tarda nuestro cuerpo en desarrollar una respuesta inmunológica fuerte.  Sin embargo, ha habido varios estudios (Krammer et.al, 2021, Saadat et al., 2021 y Stamatatos et al., 2021).  que demuestran que aquellos recuperados de COVID-19 con solo 1 dosis de la vacuna de ARNm (Pfizer/BioNTech o Moderna) muestran una respuesta inmunológica comparable a aquellos con dos dosis que nunca han sido infectados con COVID-19. Esto quiere decir que se podría agilizar el esquema de vacunación si te toma en cuenta esta evidencia, pero las organizaciones que asesoran a los gobiernos, como la OMS y la CDC de Estados Unidos, siguen dando las mismas recomendaciones para todo el mundo: póngase las dos dosis y listo. Dicho esto, quiero aclarar que la respuesta inmunológica después de una sola dosis en recuperados de COVID-19, es mayor a sólo tener la respuesta inmunológica “natural”; de manera que si ya tuvo COVID-19 siempre es mejor vacunarse.

Uno pensaría que es alentador que haya tantas dosis administradas hasta ahora, ¿Verdad? Pero la triste realidad es que las vacunas han sido distribuidas de forma desproporcionada con países ricos dominando y algunos países sin siquiera haber iniciado la vacunación. Israel, el Reino Unido y los Estados Unidos lideran con el mayor porcentaje de su población que como mínimo tienen una dosis de la vacuna. Desafortunadamente no hay mucho que podamos hacer a nivel individual para cambiar esta distribución tan desproporcionada. A pesar de esto somos dichosos de tener un sistema de salud robusto donde las vacunas están disponibles y se han hecho esfuerzos para distribuirlas de manera organizada.

Al no ser Costa Rica como Israel ni el Reino Unido ni los Estados Unidos y debido al alto índice de contagio por el que atravesamos, las vacunas no van a cambiar esta crisis. Por eso, es imperativo que se sigan los protocolos para poder salir de esta. Mientras tanto esperemos nuestro turno con paciencia, seamos ciudadanos considerados y cuando le toque su turno, pele los ojos” para asegurarse que le den su dosis – lamentable que tenga que escribir esto.

Nota importante: Si ya tiene la vacunación completa, ¡Siga cuidándose! Hasta que no haya un nivel alto de la población con vacunación completa no se puede estar seguro; menos en este momento que el nivel de transmisión está más alto que nunca.

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