Con respecto al artículo publicado el 4 de marzo, en el medio digital nacion.com, y el 5 de marzo, en la edición impresa de La Nación, titulado Expertos alertan a presidente Alvarado de inconvenientes en ley para agencia espacial tica, aclaro que hay imprecisiones en las declaraciones que hacen los señores Ronald Chang-Díaz y Jorge Oguilve Araya.

No es cierto que haya duplicidad de funciones, escaso control, poca claridad sobre el uso de fondos, más burocracia y eventual conflicto con otras instancias públicas. El artículo número 15 al que hacen referencia, se eliminó del todo en la nueva versión del texto sustitutivo que fue aprobado tanto en la Comisión Legislativa de Ciencia, Educación y Tecnología el día 30 de julio del 2020, así como en el segundo debate del Plenario Legislativo el día 18 de febrero del 2021.

La Agencia Espacial Costarricense (AEC) estará sujeta a las disposiciones legales de control y fiscalización de la Contraloría y de otras leyes, ya que esto quedó establecido en el artículo número 3 de la Ley e indica: “estará sometida a las directrices que dicte el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) como ente rector en el área de ciencia y tecnología.”

Cuando ideamos el marco jurídico para la AEC, el que se tomó como base fue el de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), que ha sido totalmente exitoso. La agencia no generará más burocracia, su estructura será ágil, liviana y plana, contará con una personería jurídica y patrimonio propio y con autonomía técnica y de gestión. Tendrá un Consejo Directivo, compuesto por la persona que ejerza el Ministerio de Ciencia y Tecnología (quien lo presidirá), la Dirección de Aviación Civil, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, un representante del sector aeroespacial privado y un representante del Consejo Nacional de Rectores (Conare); quiénes por cierto no percibirán dieta alguna, tal como lo establece el artículo número 5, denominado “Consejo Directivo de la Agencia Espacial Costarricense (AEC)”. Por lo que es totalmente falso lo indicado por el señor Ronald Chang-Díaz, la agencia sí contará con un equipo multidisciplinario y multisectorial, por lo que los perfiles de las personas que integrarán el Consejo Directivo de la AEC serán desde académicos, diplomáticos, empresarios expertos en la materia aeroespacial, hasta ingenieros y políticos.

La AEC contará además con una Dirección Ejecutiva, que será nombrado por acuerdo del Consejo Directivo. Esta persona será la encargada de dirigir, formular, ejecutar y llevar control de los planes, programas y proyectos de todas las áreas y niveles de la agencia. Esto va de la mano con lo que ha expuesto a los medios de comunicación el Dr. Franklin Chang Díaz (con quién me reuní el 22 de febrero del año 2019 en las instalaciones de AD Astra Rocket y me manifestó su apoyo a la iniciativa de crear la agencia) de que se debe contar sólo con una persona asesora. Eso quedó establecido en el capítulo IV denominado “Organización y Funcionamiento de la Dirección Ejecutiva de la Agencia Espacial Costarricense (AEC)” del texto del proyecto de Ley.

No hay duda de que todo cuesta dinero

Soy consciente de la difícil situación que atraviesa nuestro país. Pero es importante aclarar que, con respecto al financiamiento que tendrá la AEC durante cinco años será de sólo un 0.4% del superávit no comprometido de las instituciones financieras del Estado, tal y como quedo establecido en el transitorio VI del texto de la Ley aprobado. Esto será un aporte inicial, ya que la agencia deberá invertir en instalaciones de planta y laboratorios, y dirigir o contratar servicios profesionales o por contrato. Es importante señalar que la AEC, se financiará además por medio de la venta de servicios y productos a empresas u organizaciones de upstream (provisionan tecnología espacial) y downstream (explotan la tecnología espacial).

Otro punto con respecto al tema presupuestario, es que el transitorio VII de la Ley de creación de la Agencia Espacial Costarricense establece lo siguiente: “a partir de la publicación de esta ley, se le otorga al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT), como ente rector y en conjunto con el Ministerio de Hacienda, el plazo de un año improrrogable para que cuente con los estudios financieros sobre el aporte de las instituciones del sector público no financiero indicados en el inciso b) del artículo 13 de esta ley.”

El proyecto prevé contar con un Centro Espacial de investigación, innovación y desarrollo, que estará ubicado en Liberia, Guanacaste, esto debido a que cuenta con las mismas condiciones climáticas y geográficas que posee el Centro Espacial Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos. Lo que se contempla es que cuente con servicios complementarios de capacitación para expertos internacionales, exposiciones, un museo que ofrezca servicios adicionales al turismo que visita la región y que genere un encadenamiento productivo.

En otras oportunidades me he referido sobre la necesidad de incentivar el surgimiento de zonas de alto valor agregado fuera del Gran Área Metropolitana (GAM), no sólo sacarlas de las regiones más pobladas, sino, para utilizar como criterio el desarrollar una zona como el cantón de Liberia, que tiene todas las condiciones para convertirse en el segundo polo de desarrollo y sea la primera ciudad científica y tecnológica de Costa Rica, debido a que cuenta con el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber Quirós y una terminal de carga área, con universidades de primer orden (como la UCR, la UNA y la EARTH), infraestructura (servicios públicos, una zona franca como lo es SOLARIUM, carreteras, desarrollos turísticos y hoteles, entre otros). Por las razones expuestas, es que, sin duda el Centro Espacial propiciará de forma notable la investigación y desarrollo en la zona sino en todo el país.

El sector espacial mundialmente generó ganancias por el orden de $800 mil millones de dólares el año pasado y para el 2040 según datos de Morgan Stanley los ingresos generados por esta industria serán de un trillón de dólares. Esto incluye desde programas de investigación (misiones de exploración y observación del universo, investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, entre otros), estaciones y centros de control de procesamiento (control y comunicación con satélites, procesamiento de datos), puertos espaciales (lanzamientos y aterrizajes), observatorios terrestres (telescopios astronómicos), lanzadores (cohetes para el envío al Espacio), satélites (que permiten el envío y recepción de datos), naves espaciales, robots de exploración (como el último que envío el mes pasado la NASA a Marte denominado Perseverance), Estaciones Espaciales (como la Estación Espacial Internacional), operación de infraestructuras espaciales, telecomunicaciones, equipos de navegación, observación de la Tierra y teledetección; entre muchas otras aplicaciones.

Por ejemplo, la NASA en la actualidad utiliza un modelo de contratación de productos y servicios, conocido como OSBP. Ahora hay participación más intensiva de economías emergentes y el sector privado ha pasado a desarrollar servicios y tecnologías a una diversidad de actores privados (tal es el caso de la empresa SPACE X de Elon Musk, que el año pasado envió la nave espacial Crew Dragon de SpaceX y despegó a bordo de un cohete Falcon 9 desde el complejo de lanzamiento 39A en Florida, poniendo en órbita a los astronautas de la NASA Robert Behnken y Douglas Hurley).

Costa Rica no cuenta con una contraparte para poder hacer convenios de alto impacto con agencias espaciales (como por ejemplo la NASA, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Coreana o la Agencia Espacial Japonesa), por mencionar algunas con las que se podría tener alianzas estratégicas para beneficio del país. Con esta Ley, se cumpliría con las exigencias de los organismos internacionales, pues Costa Rica tendría una contraparte formal y legalmente establecida.

Quiero agradecer las múltiples muestras incondicionales de apoyo que hemos recibido de la comunidad científica internacional, de agencias espaciales y gobiernos amigos de todo el mundo. Seguimos aún todas las semanas recibiendo cartas de apoyo para que pronto se instaure la AEC.

Aprovecho para felicitar a muchos costarricenses que se han destacado en el área espacial y son referentes, como la Ing. Sandra Cauffman (quien también ha apoyado incondicionalmente la creación de la AEC y en la actualidad labora en la NASA), el Ing. Andrés Mora (NASA), el Ing. Kendrick Solano (quien ganó un concurso de la Agencia Espacial Europea recientemente), el Ing. Eric Aguilar, el Ing. Alex Mora y el Ing. Joe Mora (quienes participaron en la construcción del robot Perseverance de la NASA).

Es ahí donde Costa Rica tiene una gran oportunidad para potenciar aún más la venta de productos y servicios a esta industria tan innovadora. No le podemos cerrar las puertas a nuestra juventud y a las futuras generaciones de ser parte de la investigación y exploración espacial. Definitivamente la Agencia Espacial Costarricense podrá ser un instrumento para la promoción de vocaciones científicas y tecnológicas.

¡El Espacio es el Futuro! ¡Sí a la Agencia Espacial Costarricense!

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