Chang compareció ante la Comisión de Reforma del Estado de la Asamblea Legislativa.
El astronauta y empresario costarricense, Franklin Chang Díaz, asistió esta mañana a la Comisión de Modernización y Reforma del Estado de la Asamblea Legislativa para referirse al proyecto de ley (expediente 23.815) que pretende eliminar la Agencia Espacial Costarricense (AEC). Durante su intervención Chang solicitó a la Comisión no desaparecer la AEC, creada por la Ley 9960 (que entró a regir en mayo del 2021) pero que todavía no ha logrado iniciar su operación.
Chang inició su comparecencia recordando una serie de hitos que desde el país se han dado en materia aeroespacial, incluyendo el lanzamiento del primer satélite costarricense, y la instalación de diversas empresas en el país que desde el 2016 crearon el gremio aeroespacial de Costa Rica, que hoy reúne más de 30 empresas, e indicó a la comisión la importancia de contar con la agencia y el potencial de desarrollo para el país:
El espacio es un lugar de negocios, es un lugar de trabajo, es un lugar donde participan hoy más de 70 agencias espaciales de 70 diferentes países en el planeta, y nosotros tenemos que estar ahí, tenemos que estar en esa mesa”.
Adicionalmente, el astronauta costarricense recordó a la comisión que el mercado aeroespacial es de más de 360 mil millones de dólares, y acotó que “Costa Rica tiene que estar ahí, tiene que estar operando en ese mercado, tiene que estar jugando con los grandes. Es un mercado muy diverso que se forma en temas de la Estación Espacial Internacional, estaciones privadas, movimientos de satélites, mantenimiento, reabastecimiento, limpieza de escombros espaciales, minería espacial”.
Sobre los costos de la AEC Chang señaló:
Yo lo que considero que es necesario aquí es una simple oficina, una directora, un director ejecutivo, un par de asistentes y entrar a trabajar para empezar a generar un plan estratégico para Costa Rica en el tema espacial, un plan anual de actividades y un presupuesto. Considero que esta es una inversión estratégica para nuestros jóvenes y les pido que no les fallemos”.
La intervención de Chan fue cuestionada por el diputado Jorge Dengo Rosabal del Partido Liberal Progresista y proponente del proyecto de ley para desaparecer la AEC. El diputado cuestionó la necesidad de que la AEC sea un ente independiente y no pueda ser una oficina adscrita al Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones, a lo que Chang le señaló que, para participar del mercado espacial el país requiere una agencia independiente.
Al respecto el diputado del PLP añadió:
La visión que usted tiene, que no me parece una visión equivocada, don Franklin, es la misma visión que tiene la ministra del Micitt, que no es necesaria una agencia por aparte, sino que haya un rector que sea claro, que realmente dé, que le dé la importancia al tema, pero eso se puede hacer por precisamente el mismo ministerio rector del asunto”.
Adicionalmente, el diputado Dengo cuestionó el alto costo que tendría la puesta en marcha de la AEC, señalando que en otros países latinoamericanos que tienen agencias espaciales las inversiones son de entre 40 y 77 millones de dólares, y el presupuesto que se asignó para los primeros años de la AEC rondaría apenas un millón de dólares anuales.
Chang aseguró que el país no requeriría tanto presupuesto para poner a andar la agencia y aseguró que la inversión principal sería en la contratación de un director ejecutivo y gastos administrativos que no deberían superar los 250 mil dólares al año.
La diputada oficialista Pilar Cisneros Gallo se unió a las críticas a los eventuales costos de la agencia y aseguró que viendo la inversión que hacen otros países dudaba del criterio de Chang en estimar los costos en no más de 250 mil dólares anuales.
Por su parte, la diputada del Frente Amplio, Roció Alfaro Molina, cuestionó que la agencia pueda generar retornos al país, y señaló que le parecía más bien una iniciativa solo para beneficiar a cierto sector privado:
A mí me preocupa que la creación de este ente público, pero no estatal, precisamente lo que facilita es que haya recursos que se utilicen para un proyecto que es más bien, digamos, que representa intereses privados, corporativos, con enlaces tal vez internacionales, que podrían en su momento generar algún beneficio”.
Otra de las criticas que realizaron varios congresistas fue la imposibilidad de la AEC de nombrar un director ejecutivo, dados los altos requisitos que exige la ley, que incluyen contar con un doctorado y haber desempeñado cargos de alto nivel decisorio, contra lo poco competitivo del salario que se puede pagar desde el sector público para ese cargo.
Chang aseguró que en el país sí se podría encontrar personas con las condiciones para el cargo. Adicionalmente, Chang señaló a la comisión que, si la ley necesitaba cambios para facilitar el inicio de operaciones de la AEC, debían hacerse pero que no hacía falta eliminarla del todo:
Si hay que hacerle alguna cirugía, está bien, pero no es cirugía mayor. La ley se arregla muy fácilmente y hay que empezar a andar, echar esto a andar y aprender. Y a medida que aprendemos vamos haciendo ajustes como sean necesarios. Pero no es una buena idea botar el edificio porque va a costar mucho construirlo de nuevo. Eso lo han sentido los chilenos hace 10 años que les pasó lo mismo y hasta ahora están empezando otra vez”.
Durante la comparecencia el presidente de la comisión, Eliécer Feinzaig Mintz (PLP), recordó que el proyecto presentado es para la derogatoria de la agencia, por lo que otro tipo de modificaciones a la Ley 9960 que no desaparezcan la AEC podrían ser inconexas y requerirían un nuevo proyecto de ley para ser tramitadas.
Chang finalizó su participación en la comisión señalando:
Hay que arrancar las cosas, hay que experimentar, hay que aprender, estoy seguro de que vamos a cometer errores a lo largo, pero poco a poco vamos aprendiendo, vamos mejorando.