El astronauta retirado y físico costarricense, Franklin Chang-Díaz, pidió al Poder Ejecutivo que no vete la ley que crea la Agencia Espacial Costarricense (AEC).
En un pronunciamiento que hizo público en sus redes sociales, el primer astronauta costarricense de la NASA sin ascendencia estadounidense y quien completó siete misiones espaciales entre 1986 y 2002, afirmó que el ahora decreto legislativo impulsado por la diputada Aida María Montiel Héctor "catapulta a Costa Rica al frente y centro de la era espacial, con oportunidades inimaginables para nuestros jóvenes y para las nuevas generaciones en nuevas industrias y destrezas de inmenso valor para nuestra economía".
Chang, quien ostenta un récord compartido por número de viajes al espacio a bordo de un transbordador espacial, señaló que en abril próximo se inaugurará en Guanacaste el radar espacial más avanzado del Planeta y que a pocos días de llegar a ese cruce, el país debe estar preparado para jugar el papel que le corresponde con los instrumentos adecuados.
Es necesaria. No debemos retroceder. La Ley no debe ser vetada.
Chang recordó que cuando Estados Unidos creó la NASA hubo muchas críticas pues lo hizo mientras luchaba contra la peor recesión económica de la postguerra y con la tasa de desempleo más alta de la década de 1950, sin embargo, logró poner al primer ser humano en la superficie de la Luna.
Esa extraordinaria hazaña a veces eclipsa lo más significativo de la creación de la NASA: el dividendo tecnológico sin precedentes para el país y el inmenso retorno a la inversión en su economía con un mercado que hoy día tiene un valor de más de 360 mil millones de dólares.
Chang afirmó que una crisis no ser debe desperdiciar y que por ello la Agencia Espacial Costarricense se debe y se puede implementar responsablemente hoy, con un pequeño equipo humano que opere tanto con agilidad como con propiedad.
Agregó que Costa Rica ya ha demostrado su capacidad de hacer satélites y agregar valor en todos los ámbitos de esa industria y que la agencia espacial es necesaria para firmar convenios y abrir puertas, especialmente a la juventud.
"Ninguna ley es perfecta. Lo más importante es avanzar y, a medida que lo hacemos, podemos modificarla. Recordemos un caso similar en nuestra historia, en una de nuestras múltiples crisis económicas que nos dejó la famosa frase de Don Pepe: "¿Para qué tractores sin violines?"", concluyó.