El Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT) y la Municipalidad de Santa Cruz están realizando un mejoramiento vial en 2.5 kilómetros de vía ubicados entre las comunidades costeras de Tamarindo y Langosta.
Este tramo contará con infraestructura ciclista en todo el trayecto, lo cual forma parte de las intervenciones del Programa Red Vial Cantonal II (PRVC II) que se maneja a su vez con el Banco Interamericano de Desarollo (BID).
Así lo indicaron las autoridades de la Unidad Ejecutora del proyecto ubicada en la Dirección de Obras Públicas del MOPT, quienes detallaron que además esta obra cuenta con un 75% de avance y se espera que esté concluida a finales del primer semestre de este año.
En 1,4 kilómetros, la obra contará con dos carriles vehiculares, uno de ellos compartido para bicis y, adicionalmente, otro exclusivo para bicicletas.
Los restantes 1,1 kilómetros tendrán un carril vehicular compartido, entre automotores y bicis, en un solo sentido de circulación y un kilómetro de ciclovía en el sentido contrario.
Este proyecto, inició en octubre 2020, y cuenta con la particularidad de que 450 metros se constituirán como “calle completa”, es decir, un espacio que permite la convivencia ordenada de todas las modalidades de transporte, lo que amplía la perspectiva más allá de lo vial. Esto lo convierte en un atractivo turístico para la zona.
Por ello, el tramo incluye infraestructura peatonal como aceras, rampas y pasos peatonales tipo cebra, elementos de pacificación vial, así como infraestructura con carriles correctamente definidos, para ciclistas y para vehículos automotores. Todos estos componentes cumplen lo establecido en la Ley 7600.
Igualmente, otra novedad es que todas las intersecciones se construirán a un nivel superior que el de la carretera —unos 15 centímetros por encima— y el concreto tendrá una pigmentación roja en estos cruces, para alertar a todos los actores viales sobre el paso preferente de peatones y ciclistas.
También, en toda la vía se rehabilitarán y mejorarán los sistemas de drenaje, con el fin de que el agua no afecte la capacidad de soporte del suelo de la subrasante.
Esta obra cuenta con el apoyo del proyecto MiTransporte de la Cooperación alemana GIZ y busca convertirse en un modelo para el desarrollo de infraestructura vial en el país.