El Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) suprimió los nombres Dorian (2019), Laura, Eta e Iota (2020) de las listas rotativas utilizadas para denominar a los ciclones tropicales del Atlántico tropical a raíz de la muerte y la destrucción que causaron los eventos bautizados con esas denominaciones.

Según informó este miércoles la Organización, también se decidió que el alfabeto griego dejará de utilizarse porque es una fuente de distracción a la hora de avisar acerca de peligros y tormentas que, además, puede generar confusión.

El Comité de Huracanes, el órgano competente en la materia para América del Norte, América Central y el Caribe (Asociación Regional IV de la OMM), acordó los cambios en la convención de denominación en su última reunión, que se celebró de forma virtual del 15 al 17 de marzo. En ella analizó la temporada de huracanes sin precedentes que se produjo en el Atlántico en 2020 y se realizaron los últimos ajustes en los preparativos para la temporada de 2021, incluido el suministro de pronósticos y avisos —así como de evaluaciones de impactos— de los peligros vinculados a vientos, mareas de tempestad e inundaciones.

Los miembros del Comité de Huracanes, procedentes de Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales de toda la Región, debatieron sobre la formación de tormentas con nombre antes del inicio oficial de la temporada de huracanes fijado para el 1 de junio. Aunque se planteó adelantar la fecha oficial del inicio de la temporada de huracanes, el Comité acordó que no habrá cambios en la fecha, al menos en lo que respecta a la temporada de huracanes en el Atlántico de 2021.

La temporada de 2020 empezó pronto y cobró impulso rápidamente, dado que en el período de mayo a julio se registraron nueve tormentas con nombre, una cifra sin precedentes. La temporada, además, terminó tarde puesto que por primera vez desde que se tienen registros, en noviembre se produjeron dos huracanes de primer orden, una época del año en la que la temporada normalmente está en declive.

La temporada 2020 fue tan activa que la lista rotativa de la OMM formada por 21 nombres se agotó y, por segunda vez en la historia, tuvo que recurrirse al alfabeto griego, circunstancia que no se daba desde 2005.

"La labor del Comité de Huracanes de la Asociación Regional IV es fundamental para velar por la coordinación entre naciones mucho antes de que la próxima tormenta amenace a la población", dijo Ken Graham, presidente del Comité de Huracanes y director del Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos. "Los huracanes no entienden de fronteras internacionales. Todos encaramos peligros similares debidos a los sistemas tropicales. Las consecuencias de una sola tormenta pueden afectar a varios países, por lo que es fundamental que dispongamos de un plan, coordinemos esfuerzos y pongamos en común las dificultades encontradas y las mejores prácticas aplicadas".

Aunque la convención de denominación es solo una pequeña parte de la labor que el Comité de Huracanes lleva a cabo para salvar vidas, es la que más atención suscita entre la población. Las listas de nombres de ciclones tropicales formados en el Atlántico se utilizan por turno a lo largo de un ciclo de seis años, y una vez concluido ese período, se vuelven a utilizar, a menos que una tormenta provoque tantas víctimas mortales o genere tantos daños que su nombre sea eliminado de futuras listas.

En total, 93 nombres han sido retirados de las listas empleadas para la cuenca atlántica desde 1953, cuando empezó a utilizarse el sistema actual para bautizar a las tormentas.

El Comité de Huracanes ha acordado la retirada de nombres de tormentas de 2020, así como también de 2019, porque a raíz del inicio de la crisis de la COVID-19 esa cuestión no se inscribió en el orden del día de la reunión del Comité del año pasado.

"Los países en desarrollo y las pequeñas islas del Caribe y América Central son cada vez más vulnerables a los efectos de los ciclones tropicales, que pueden echar por tierra años de desarrollo socioeconómico en cuestión de horas. En 2020, volvió a producirse esta situación, que tuvo efectos trágicos", recordó Evan Thompson, presidente de la Asociación Regional IV de la OMM (América del Norte, América Central y el Caribe).

"Es imposible evitar esta increíble fuerza de la naturaleza, pero sí podemos reducir en la mayor medida posible la pérdida de vidas y bienes mediante pronósticos y avisos de última generación y una sólida coordinación y cooperación regionales", dijo Thompson, que dirige el Servicio Meteorológico Nacional de Jamaica.

Dorian (2019)

Se trata del huracán de mayor intensidad que ha afectado al noroeste de las Bahamas desde el inicio de los registros meteorológicos modernos. Dorian alcanzó la categoría 5 en la escala de vientos huracanados de Saffir‑Simpson y causó daños catastróficos —principalmente en las islas Ábaco y en la zona oriental de Gran Bahama— cuyo valor total se estimó en 3400 millones de dólares de los Estados Unidos. Asimismo, más del 75% de todos los hogares de la isla sufrieron daños. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), organismo al cual el Gobierno de las Bahamas encargó una evaluación de los estragos causados por Dorian, declaró que el huracán dejó a 29.500 personas sin hogar, sin trabajo o sin ambos.

Dexter sustituirá a Dorian en la lista de nombres en 2025.

Laura (2020)

Laura fue un poderoso huracán de categoría 4 en la escala de vientos huracanados de Saffir‑Simpson que tocó tierra cerca de Cameron (Luisiana) acompañado de una devastadora marea de tempestad que se alzó por lo menos 5 metros (17 pies) por encima del nivel del suelo. Ocasionó 47 muertes directas en los Estados Unidos y La Española, y dejó más de 19.000 millones de dólares en daños.

Leah sustituirá a Laura en la lista de nombres en 2026.

Eta e Iota (2020)

En noviembre de 2020, los huracanes Eta e Iota tocaron tierra en la misma zona de la costa nicaragüense, al sur de Puerto Cabezas, con menos de dos semanas de diferencia. Los dos potentes ciclones tropicales provocaron extensas inundaciones en Nicaragua, Honduras y otros países centroamericanos adyacentes, y ocasionaron al menos 272 víctimas mortales y pérdidas por daños valoradas en más de 9000 millones de dólares.

Ambos nombres fueron retirados de la lista.

Alfabeto griego

En los últimos 15 años, la lista anual de nombres se ha agotado en dos ocasiones, y es probable que esto vuelva a ocurrir en el futuro.

Los miembros del Comité de Huracanes han acordado elaborar una lista complementaria con nombres de la A a la Z (en la que no figuran nombres que empiecen por Q, U, así como también X, Y y Z de la lista del Atlántico) que se utilizará en lugar del alfabeto griego cuando la lista estándar se agote en una temporada determinada.

Los nombres de esa lista también podrán retirarse y sustituirse cuando sea necesario.

Dato D+: En las listas rotativas no se incluyen nombres que empiezan por Q, U, X, Y y Z porque no son suficientemente comunes o fáciles de entender en los idiomas locales.

La temporada de 2020 evidenció los puntos débiles asociados al uso del alfabeto griego:

  • Puede que se preste más atención al uso de nombres del alfabeto griego que a los impactos reales de la tormenta. Ello puede mermar en gran medida el impacto del mensaje y socavar su eficacia en términos de protección de la población destinataria.
  • La traducción de algunas letras del alfabeto griego a otros idiomas utilizados en la Región puede generar confusión.
  • Algunas letras griegas (zeta, eta, theta) se pronuncian de forma similar y ocupan lugares sucesivos en el alfabeto. Esto supuso que, en 2020, se produjeran al mismo tiempo diversas tormentas con nombres que sonaban muy parecidos, y ello conllevó problemas a la hora de difundir los mensajes correspondientes que dificultaron una comunicación simplificada y clara.
  • Las consecuencias de Eta e Iota fueron suficientemente graves como para que el Comité de Huracanes retire oficialmente esos nombres. Sin embargo, no se dispone de ningún plan formal para la retirada de nombres griegos, y el uso futuro de esas denominaciones no sería apropiado.

El comité acordó la lista complementaria de nombres para los ciclones tropicales del Atlántico que se utilizará en lugar de las letras del alfabeto griego.