El Gobierno del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte otorgó este miércoles 2 de diciembre de 2020 autorización para el uso y distribución de la vacuna BNT162b2 producida por Pfizer y BioNTech contra el SARS-CoV-2, coronavirus causante de la COVID-19.
De esta forma, el Reino Unido se convierte en el primer país occidental en aprobar una vacuna contra la enfermedad que, a corte de hoy, ha infectado a más de 64.2 millones de personas en el mundo y ha matado a más de 1.48 millones.
La autorización de uso de emergencia allana el camino para la distribución de la vacuna y su puesta a disposición del público a partir de la próxima semana, según informó el gobierno británico en un comunicado replicado por las principales agencias de noticias.
Esta vacuna, cuya eficacia según estudios clínicos es del 95%, está basada en una tecnología llamada ARN mensajero, la cual empezó a desarrollarse en la década de los noventa pero dio un salto en los últimos 15 años gracias a descubrimientos que la hicieron, poco a poco, más segura y eficiente.
A diferencia de otras vacunas, aquellas que usan el ARN Mensajero fuerzan al organismo humano a generar una proteína de virus sin necesidad de inyectar un ejemplar debilitado o un fragmento del mismo, para que el sistema inmune genere anticuerpos.
Este tipo de técnica evita el remoto escenario de que una vacuna pueda infectar a las personas con baja inmunidad, algo que puede ocurrir con vacunas contra la fiebre amarilla o la poliomielitis, según reseñó la BBC británica.
Costa Rica compró de estas vacunas
El Estado de Costa Rica firmó un acuerdo con las empresas Pfizer y BioNTech para adquirir vacunas contra la COVID-19 que cubran a 1.5 millones de personas.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, con este contrato Costa Rica recibirá 3 millones de dosis, sin embargo, para esta vacuna se requiere que la población reciba dos dosis, de modo que cubriría a 1.5 millones de personas.
Los detalles financieros no fueron revelados alegando confidencialidad comercial que exigen las empresas.
Este contrato se suma a la incorporación formal de Costa Rica al mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cual también garantiza vacunas contra la COVID-19 para el equivalente del 20% de la población costarricense (unas 1.022.247 personas).
Las compras se realizarán mediante el Fondo Nacional de Emergencias por la vía de excepción que permite la Ley 8488.
En el contrato con Pfizer y BioNTech, el Estado costarricense pidió que las entregas de las vacunas se realicen progresivamente en el 2021, iniciando en el primer trimestre de ese año.