Si bien esta semana empezó siendo alentadora para la situación de las especies marítimas en aguas nacionales, luego de que se confirmara que un fallo de la Sala Primera devolvió a los tiburones martillo a ser declarados especies silvestres y ya no comerciales, las noticias más recientes del estado de estas especies, levantaron la alerta este jueves.
Las organizaciones especializadas en la conservación de las especies marítimas, Fins Attached Marine Research and Conservation y CREMA-Costa Rica, alertaron esta mañana que un análisis sobre los registros oficiales de descarga de las tres especies de tiburón martillo que existen en la costa Pacífica de Costa Rica (Sphyrna lewini, S. zygaena y S. mokarran), muestra una reducción alarmante de un 94% en la cantidad de especímenes que se encuentran en nuestros mares.
La data señala que entre el año 2010 y el 2017 lo habitual era descargar entre 8,000 y 10,000 cuerpos de tiburones martillo por año; sin embargo, entre el año 2017 y el año 2019, la descarga pasó de 7556 a tan solo 448 cuerpos de tiburones.
Aunado a esto, entre el 2015 y hasta el 2019 la proporción de especímenes en la descarga que no habían alcanzado la talla de primera madurez sexual rondó entre el 77% y el 87%.
Según las organizaciones, al ser consultada al respecto la Presidencia Ejecutiva de INCOPESCA atribuyó esta reducción a los "mejores controles que hacen efectiva la prohibición de exportar aletas y otros productos de tiburón martillo".
Sin embargo, y según el biólogo Randall Arauz de Fins Attached Marine Research and Conservation, la respuesta de INCOPESCA "carece de fundamento técnico alguno, y tan solo es un pobre intento por justificar la carencia de políticas de conservación que brinden protección efectiva al tiburón martillo", especie en peligro crítico de extinción.
INCOPESCA no ha adoptado medida alguna para mejorar la conservación del tiburón martillo, pues se sigue permitiendo su captura indiscriminada y sin restricción de talla ni estado de madurez sexual con la excusa de que se trata de pesca incidental, así como la comercialización doméstica y sin control de sus aletas, cuyo único fin puede ser la exportación ilegal hacia Hong Kong. La mejor información científica disponible señala claramente que estamos ante una crisis causada por sobrepesca”.
Según agregó Jeffry Madrigal, biólogo de CREMA, otra fuente de información que permitiría dilucidar la causa de la reducción dramática en la descarga del tiburón martillo podría hallarse en los datos de abundancia relativa o captura por unidad de esfuerzo, la cual es obtenida por los observadores a bordo de INCOPESCA. Sin embargo, INCOPESCA aduce que provee esta información a la Comisión Inter Americana de Atún Tropical (CIAT) para el establecimiento de política pesquera, "privando a los científicos nacionales de la posibilidad de realizar análisis independientes con información de interés público".
Si la reducción del 94% de la descarga del tiburón martillo responde a sobrepesca, entonces se observaría un descenso dramático en el número de tiburones martillo capturados, caso contrario, si dicho descenso obedece a mejores controles sobre la exportación de sus aletas, se observaría una captura constante,” explicó Madrigal. “Por lo tanto, si lo que aduce INCOPESCA es cierto, solo se puede asumir que los pescadores capturan la misma cantidad de tiburones martillo de siempre, pero que ahora los botan enteros al mar ante la imposibilidad de exportar sus aletas, un argumento sin credibilidad alguna".
Las organizaciones señalaron que existen casos claros y documentados de exportación ilegal de aletas de tiburón martillo: el primero ocurrió el 17 de noviembre del 2014, cuando quedó expuesta la intención de exportar aletas de tiburón martillo “revueltas” con aletas de especies permitidas en un cargamento de aletas de tiburón con destino a Hong Kong; y además, en enero y agosto del 2018 Correos de Costa Rica detuvo la exportación de valijas con cientos de aletas de tiburón martillo.