A lo largo de la historia han surgido personas ejemplares que han sabido aprovechar su talento en las ciencias exactas para satisfacer una vocación legítima de contribuir al bienestar de la gente. Este es el caso de Ta Corrales, una joven mujer costarricense, Ingeniera Mecánica por el MIT, quien ha hecho frente a desafíos y estereotipos, y ha sacado el jugo a las oportunidades. Ella es nuestra invitada a un nuevo episodio de Próxima Frontera.

Para Ta Corrales, la fascinación por las matemáticas y las ciencias exactas la marcaron desde el inicio de su más temprana educación. A lo largo de su vida escolar y colegial su habilidad e interés por el mundo de la ciencia la acompañó siempre, pero no fue sino hasta sus dos últimos años de educación secundaria cuando, al haber sido admitida en el Colegio Científico de San Pedro, tuvo la oportunidad de adquirir una formación científica mucho más robusta.

En ese periodo, Ta Corrales cosechó importantes experiencias internacionales tales como las Olimpiadas de Química en las participó en tres ocasiones en distintos países. Fue justamente en uno de estos certámenes internacionales donde cayó en la cuenta de que ella podía intentar abrirse un espacio en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), reconocido centro de formación tecnológica en el cual terminaría haciendo sus estudios universitarios en ingeniería mecánica con concentración en química y estudios latinoamericanos.

¿Estudios latinoamericanos? Exacto, suena como un concepto fuera de la ecuación de las ciencias exactas, pero para Ta Corrales, estos estudios tenían todo el sentido del mundo. Así, en un modelo de formación que pareciera estar orientado estrictamente al universo de la exactitud y las pruebas de laboratorio, los estudios latinoamericanos mantuvieron vivo un germen que siempre estuvo en su corazón, un pálpito instintivo que era su deseo de hacer mejor la vida de las personas.

Cierto es que tuve experiencia de laboratorio, pero desde joven me di cuenta de que lo que a mí me gustaba eran los proyectos en los que pudiera trabajar con la gente y ojalá generar impacto positivo socialmente”, señaló. Esta semilla la habían puesto, cultivado y cuidado con especial esmero y desde su infancia el entorno familiar de mujeres feministas y activistas sociales que le transmitieron esas ganas de cambiar el mundo.

Hoy, Ta Corrales, desde su innovador emprendimiento Smith Assembly, en la que funge como Directora de Producción y Co-Fundadora, se asocia a innovadores de todo el mundo en búsqueda de humanizar la producción al incorporar enfoques interculturales y sensibles al género a la resolución de problemas y el diseño de productos. Bajo esta visión, Smith Assembly apoya a las empresas para que logren una cultura de trabajo más sana, inclusiva, justa y equitativa.

En su entrevista Ta relata cómo nació la idea de Smith Assembly tras 9 años de facilitar talleres de Procesos de Innovación tecnológica en el mundo. “Parte de ese proceso de crear tecnología, al final, es crear un espacio de trabajo que nos incluya a todas y todos, y en el que podamos coincidir, en el que podamos trabajar juntos. La idea es llevar un poquito de esos aprendizajes al sector corporativo en empresas a través de talleres, que actualmente son virtuales, para crear espacios de trabajo más inclusivos”, explicó.

Ta dejó claro que conoce en primera persona las inquietudes éticas que circundan las cabezas del personal de las propias empresas tecnológicas, y apuntó que hay un aumento de la conciencia sobre la importancia de actuar con una visión coherente con la sostenibilidad desde la escala corporativa.

Por ejemplo, en su entrevistada señaló que ahora hay propuestas de generación de inteligencia artificial que utilice bases de datos más inclusivas a fin de poder crear soluciones tecnológicas que abarquen a todos los grupos sociales y no solo un segmento de la población dominante. Esto es algo muy nuevo, y hay una gran parte de la ciencia buscando cómo crear soluciones más equilibradas y representativas del variopinto conjunto humano.

Ya no podemos ser solo tecnólogos, desarrollar código y listo, se necesita tener habilidades. Lo intergeneracional y cultural hacen todavía más complejos estos espacios de trabajo, porque incluso, cuando compartimos un idioma, no necesariamente compartimos códigos culturales o interpretamos las palabras de la misma forma”, señaló la experta.

Ante este reto, en su entrevista Ta Corrales señala que las empresas tienen el desafío de apostar a soluciones más sistémicas y complejas, y para lograr esto será necesario impulsar estrategias de comunicación más efectivas y códigos que nos permitan trabajar mejor superando las barreras interculturales y de género. Esta visión choca con una cultura demasiado orientada a los resultados rápidos y esto ha sido parte del problema porque, justo por no pensar en el futuro, tenemos al frente temas tan complejos como la crisis climática que se nos viene.

Las próximas fronteras de Ta Corrales

Ante la pregunta de cuáles serán sus próximas fronteras, tanto a nivel personal como desde una visión general, esta capaz ingeniera mecánica tiene claro que una de sus tareas inmediatas será seguir avanzando en su primer producto virtual con la empresa Smith Assembly, pues como ella menciona “como ingeniera mecánica estuve muy enfocada en el trabajo con hardware, pero ahora estoy entrando en el software”.

Desde una visión general, para la entrevistada la próxima frontera es apoyar aún más el empoderamiento de las mujeres en la ciencia, la tecnología y los negocios. Para ella es necesario para las niñas y jóvenes contar con modelos femeninos para poder referenciarse y en este sentido es necesario hacer el trabajo personal de creer en sí mismas, superar la idea de sentirse inapropiadas en ciertos ámbitos especializados debido al “síndrome de la impostora” que todavía padecen muchas mujeres en el campo científico y mostrar al colectivo todo ese trabajo que están haciendo las mujeres en la ciencia y que lo están haciendo bien.

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