La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó estar preocupada por el ritmo creciente de la pandemia de COVID-19 que se está registrando en Centro y Sudamérica.

En los últimos cinco días se han reportado más de 100 mil casos nuevos de COVID-19 a la organización, siendo las Américas el nuevo epicentro del brote: cada día de reporte, el continente supera la suma de los casos nuevos registrados en el resto del mundo.

El 29 de mayo el continente reportó 56.647 nuevos casos, un día después fueron 64.408 y el 31 de mayo fueron 66.293 casos nuevos. El 1 de junio se registraron 73.439 nuevos casos y un día después la cifra fue de 64.718 nuevos diagnósticos.

"Estamos especialmente preocupados por América Central y del Sur, donde muchos países están presenciando epidemias aceleradas. También vemos un número creciente de casos en el Mediterráneo oriental, el sudeste de Asia y África, aunque los números son mucho más pequeños; mientras tanto, el número de casos en Europa continúa disminuyendo", dijo el Dr. Tedros Adhanom, director general de la OMS.

El Dr. Michael Ryan, director ejecutivo de la OMS dijo que no todos los países están en la misma situación: los países más pequeños y caribeños han contenido el virus y salvado vidas, sin embargo, les preocupa enormemente Haití por la vulnerabilidad de su población, lo mismo que Nicaragua.

Lo que ocurre en Nicaragua no ocurre en otros países del continente; la transmisión comunitaria en Perú y Brasil continúa preocupándonos. La epidemia ha evolucionado en cada país, región o subregión de manera diferente, lo común es que la transmisión comunitaria una vez iniciada es muy dificil detenerla.

Ryan señaló que para combatir una transmisión comunitaria hace falta una estrategia integral de medidas públicas y tener una población partícipe de esas medidas, una gobernanza sólida y un compromiso sostenido en el tiempo.

El funcionario agregó que no hay una receta única para atender la pandemia en Centro y Sudamérica: "Hay que ser coherentes, enviar mensajes claros, conseguir que la sociedad se apegue a las medidas y regirse por la ciencia". Destacó que los países que han tomado los datos y experiencia de otros países para adaptar las medidas a su territorio son los que han tenido éxito en contener la pandemia.

Para la pandemia de COVID-19, la OMS definió cuatro fases: la primera es la inexistencia de casos, la segunda es "casos esporádicos", cuando se registran uno o más casos importados o locales; la fase 3 "clusters" que significa que ese país tiene focos de contagio geográficamente localizados y con nexos epidemiológicos; y finalmente la fase 4 "transmisión comunitaria" que significa una gran cantidad de casos sin cadenas de transmisión definidas, grandes cantidades de casos detectados a través de la vigilancia sentinela y/o múltiples focos de contagio en varias áreas del país sin conexión entre sí.

En el continente americano se registran en fase 4 "transmisión comunitaria" 19 países: Estados Unidos, Brasil, Perú, Canadá, Chile, México, Ecuador, Colombia, República Dominicana, Argentina, Panamá, Bolivia, Honduras, Guatemala, El Salvador, Venezuela, Haití, Paraguay y Nicaragua.

En fase 3 "clusters" se encuentran 10 países: Cuba, Costa Rica, Uruguay, Jamaica, Guyana, Bahamas, Barbados, Antigua y Barbuda, Granada y Dominica.

Finalmente, en fase 2 "casos esporádicos" se encuentran seis países: Trinidad y Tobago, Belice, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, y Suriname.

La definición de las fases de cada territorio se realiza a partir del propio reporte enviado por cada país a la OMS. La organización analiza los datos y actualiza la clasificación una vez por semana, o antes si surge nueva información.