Antes de que el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) elabore el medicamento contra el COVID-19 a base de plasma convaleciente, se debe cumplir un paso imprescindible: todas las donaciones de sangre recolectadas por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ―de pacientes recuperados de la enfermedad― primero deben ser estrictamente analizadas.
El fin principal del equipo es descubrir si la sangre donada posee algún virus infeccioso; entre ellos, el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o la presencia de los virus causantes de la hepatitis A y la hepatitis B. Los encargados de la labor son 10 profesionales del Laboratorio Clínico y Banco de Sangre de la Universidad de Costa Rica (LCBS-UCR).
¿Por qué son tan importantes los exámenes?
Porque en caso de que se encuentre algún patógeno en la sangre donada, ese material no se podrá utilizar en la elaboración del fármaco por el alto riesgo de infección que implicaría en la salud del receptor. En este caso, de un paciente grave por COVID-19.
“La persona que necesite el medicamento debe tener la seguridad de que el producto no va a infectarle de otra enfermedad. El Laboratorio Clínico y el Banco de Sangre de la Universidad de Costa Rica es el único del país que cuenta con el equipo totalmente automatizado para generar estas pruebas”, explicó la subdirectora del LCBS-UCR, Dra. Dimelsa Suárez Chacón.
Los análisis que se aplicarán se conocen como prueba de amplificación de ácidos nucleicos (NAT por su sigla en inglés) y se encargan de hallar el material genético de los virus. Las pruebas son altamente sensibles y específicas; es decir, proporcionan gran seguridad en los resultados.
Además, el NAT es capaz de detectar la infección en menor tiempo, a diferencia de los métodos convencionales en los que las pruebas pueden tardar hasta meses en dar positivo luego de que la persona se infecta.
“La Caja Costarricense de Seguro Social es la responsable de tomar las muestras a los donadores de plasma y, en el Laboratorio de la UCR, se recibirán para hacer el procesamiento. Al día de hoy aún no hemos recibido muestras pero, cuando lo hagan, la CCSS podría tener sus resultados en uno o dos días”, afirmó la Dra. Suárez Chacón.
El equipo tecnológico de la UCR permite procesar cerca de 275 muestras en 8 horas, una rapidez clave en la presente emergencia. Asimismo, se pueden analizar muestras en cualquier momento y, si son menos de 100, tener los primeros resultados en aproximadamente cuatro horas.
Cabe resaltar que si la sangre no posee ningún virus infeccioso, se convierte en candidata para que su plasma se envíe al ICP-UCR e iniciar así la manufactura del medicamento.