El director de la Organización Mundial de la Salud, Dr. Tedros Adhanom anunció este lunes en conferencia de prensa virtual que la OMS publicará mañana una guía técnica que sirva de orientación a los países, para ir levantando las restricciones que han sido implementadas para detener los contagios de COVID-19.

La medida responde a la decisión o planeamiento de muchos países de empezar a flexibilizar las medidas de distanciamiento o cierre de negocios que fueron implementadas semanas atrás para romper la cadena de contagios de la pandemia, pero que ha traído efectos negativos para la economía y los ingresos de millones de personas cuya fuente de ingresos es inestable o informal.

El Dr. Tedros afirmó que el levantamiento de las medidas debe basarse ante todo en proteger la salud humana y guiarse por lo que se sabe sobre el virus y cómo se comporta.

La evidencia de varios países nos está dando una idea más clara sobre este virus, cómo se comporta, cómo detenerlo y cómo tratarlo. Sabemos que COVID-19 se propaga rápidamente, y sabemos que es mortal, 10 veces más mortal que la pandemia de gripe de 2009.

El director de la Organización afirmó que la evidencia hasta ahora es contundente en que el virus virus puede propagarse más fácilmente en entornos abarrotados como hogares de ancianos, y que la búsqueda temprana de casos, las pruebas, el aislamiento del cuidado de cada caso y el seguimiento de cada contacto son esenciales para detener la transmisión.

"Las medidas de control deben levantarse lentamente y con control. No puede suceder de una vez. Las medidas de control solo se pueden levantar si se implementan las medidas de salud pública adecuadas, incluida una capacidad significativa para el rastreo de contactos", enfatizó.

El asesoramiento técnico que emitirá la OMS operará bajo la premisa de que los países cumplen con todos los siguientes requisitos:

Primero, que la transmisión del virus está controlada (lo contrario a una transmisión comunitaria descontrolada o fase 4); segundo, que las capacidades del sistema de salud son óptimas para detectar, probar, aislar y tratar cada caso y rastrear cada contacto; tercero, que los riesgos de brote se minimicen en entornos especiales como centros de salud y hogares de ancianos; cuarto, que existan medidas preventivas en los lugares de trabajo, las escuelas y otros lugares donde es esencial que la gente vaya; quinto, que los riesgos de importación de casos se pueden gestionar; y sexto, que las comunidades están totalmente educadas, comprometidas y capacitadas para ajustarse a la "nueva normalidad".