En la década de 1860 el químico John Wesley Hyatt inventó un material que cambiaría el mundo de forma radical y silenciosa a la vez. El primer polímero artificial —hoy conocido como plástico— tenía como fin sustituir el marfil y así proteger a los elefantes. Lo irónico es que más de 100 años después, el material se convirtió en el principal contaminante de los océanos del mundo, nuevamente de forma radical y silenciosa.

Impactos. En el año 1950, el humano consumió cerca de 2 millones toneladas de plástico. En el 2015 alcanzamos la cifra de 407 millones de toneladas de plástico anuales. Se estima que hay más de 150 millones de toneladas de desechos plásticos en los océanos, y cada año de 8 a 13 millones de toneladas se suman a los mares. Esto equivale a un camión de basura lleno de plástico siendo tirado al mar cada minuto.

El Foro Económico Mundial alertó que, si no cambiamos el curso, en el 2050 tendremos más plástico que peces en los mares.

¿Reciclamos?

Si sumamos cada año, la humanidad ha producido alrededor de 8.300 millones de toneladas de plástico, la mitad en los últimos 13 años. De ese mar de plástico, solo hemos logrado reciclar un 9%. El plástico es un material sumamente económico, versátil y en su mayoría de uso desechable (se usa unos minutos o unos años, pero al final siempre se desecha). El resultado: hemos generado más de 6.300 millones de toneladas de basura plástica.

Según la científica Jenna Jambeck, más del 75% de todo el plástico se ha convertido en basura.  Mientras el crecimiento de la producción y consumo de plástico es gigante, nuestra capacidad de reciclarlo es a cuenta gotas.

¿Por qué en 60 años de inversión y promoción del reciclaje solo hemos logrado reciclar el 9% de todos los plásticos? Porque el reciclaje del plástico nunca ha sido una solución. Decirlo incomoda, pero es cierto.

Existen más de 30 mil tipos de plásticos. Cada uno debe reciclarse por separado. Dependiendo de los químicos adheridos (todo plástico tiene aditivos químicos), la separación deberá ser aún más específica. Por ejemplo, las botellas de plástico deberán separarse de los demás plásticos, pero además deberán dividirse por colores.

Y por sus características químicas, no todos los plásticos se pueden reciclar. Aquellos pocos que sí se pueden, podrán pasar por este proceso una sola vez, por lo tanto su destino siempre será convertirse en desecho. El reciclaje solamente lo pospone.

No hay negocio en reciclar

Por esto, la industria del reciclaje del plástico es un negocio poco rentable, un negocio inexistente. En Costa Rica la tasa de reciclaje apenas supera el 0%, a pesar de que desde la década de 1990, en zonas como Carrillo y Abangares de Guanacaste, comenzamos a “reciclar”.

En el 2014 una planta recicladora de plástico tipo PET, ubicada en La Unión de Cartago, cerró luego de $12,5 millones de inversión y seis meses de operación porque no era rentable.

Investigaciones recientes de la asociación Arnika de República Checa, la Alianza por la Salud y el Ambiente y la Red para la Eliminación de Contaminantes Orgánicos, descubrieron que cuando se consigue reciclar (producir un producto nuevo de los residuos de otro) el mismo proceso aumenta la presencia de químicos tóxicos para la salud humana y prohibidos por tratados internacionales.

Atender la crisis de contaminación marina por plásticos

La estrategia debe ser una sola y con mucha fuerza: decir #ChaoPlásticoDesechable. Reducir el consumo es el único camino si queremos ver resultados diferentes. Más de 100 ciudades en el mundo ya han emitido leyes con ese objetivo.

En Francia se prohibió la venta de vajillas de plástico desechable, casi todas de poliestireno; Panamá prohibió el año pasado la entrega de bolsas de plástico desechables; Los Ángeles en California prohibió la venta de productos con microplásticos y la entrega de bolsas; Galápagos prohibió la entrada de pajillas, bolsas, botellas y otros plásticos desechables a las islas.

¿Por qué en Costa Rica los diputados siguen presentando, promoviendo y discutiendo proyectos de ley impulsando el reciclaje para atender el problema de los desechos plásticos? ¿Por qué, mientras el mundo reconoce la urgencia de disminuir el consumo de plásticos, en Costa Rica seguimos hablando de reciclaje?

Promover el reciclaje de plástico es una forma de justificar su consumo, no atender el problema de una forma efectiva. Hablar de reciclaje del plástico es mantener océanos con más desechos plásticos, con menos vida.

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