Una investigación internacional desarrollada en Costa Rica y cuyos resultados fueron publicados en la prestigiosa revista científica Nature determinó que los microorganismos reducen las emisiones de Carbono en el interior del planeta Tierra.
Así lo dio a conocer la organización costarricense Volcanes sin Fronteras, la cual participó junto a un equipo de vulcanólogos, geólogos, biólogos y geoquímicos en el trabajo desarrollado en la zona de subducción de nuestro país, donde la placa Cocos se mete debajo de la placa Caribe.
Gino González, presidente de Volcanes sin Fronteras y coautor del artículo científico explicó que la investigación ayuda a entender cómo se originó la Gran Oxidación de la Tierra hace unos 2500 millones de años y como nuestro planeta y los microbios regulan el cambio climático natural.
Dato D+: La Gran Oxidación ocurrida hace 2500 millones de años fue un cambio medioambiental que consistió en la masiva emisión de dioxígeno (O2) al medioambiente, provocando la extinción masiva de la biodiversidad que para esa época realizaba una fotosíntesis anoxigénica, es decir, en la cual no se desprendía dioxígeno (O2), pues era tóxica para ese tipo de biodiversidad.
La investigación incluyó análisis de isotopos de Helio y Carbono en diferentes fuentes termales ubicadas en Costa Rica y se concluyó que los microbios logran "secuestrar" el 91% de las emisiones de Carbono y otros elementos liberados durante el proceso de subducción de la placa Cocos.
Asimismo, se determinó que otro 3% del Carbono inorgánico es transformado en biomasa gracias a unos microorganismos llamados "quimiolitoautótrofos".
Peter Barry, líder de la investigación y primer autor del trabajo perteneciente a la Universidad de Oxford señaló que el descubrimiento permitió concluir que una gran cantidad del Carbono es liberado en zonas que no son volcánicas, o es atrapado en el interior de la Tierra; y que el Carbono y otros gases, fluidos y minerales volátiles son transportados desde la superficie de la Tierra hasta el manto en las zonas de subducción.
"La eficiencia de esta transferencia tiene profundas implicaciones para la naturaleza", agregó la oenegé.
Esta investigación incluyó a 25 científicos de seis países, varios de ellos costarricenses que colaboran con la comunidad científica "Deep Carbon Observatory" (DCO).