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— Este fin de semana recibimos un par de noticias que nos recordaron la deuda ambiental que todavía tiene pendiente la Costa Rica verde: la primera de ellas fue la del incendio en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Caño Negro y la segunda, la de otro caso de contaminación desorbitada de nuestros ríos en el GAM.

— Los incendios forestales y los ríos asfixiados de basura en la GAM no son para nada una novedad, como tampoco lo es que volvamos la cara para otro lado e ignoremos el asunto hasta que ya tenemos las alcantarillas tapadas e inundando nuestras calles, como pasa cada año. Sino que lo digan las imágenes de las inundaciones en Tibás de hace un par de semanas...

— Pero que volvamos la cara no le quita, para nada, lo grave al asunto. Veamos, sin ir muy lejos, este caso de La Cangreja en Cinco Esquinas de Tibás. Este fin de semana la municipalidad local sacó 5 refrigeradoras y hasta un perro muerto... estamos hablando de un legítimo basurero a cielo abierto cuyas consecuencias, como en muchos otros casos, parece que ignoramos hasta que (valga repetir) lleguen las lluvias (o sea, ya casi) y el dolor de cabeza suba hasta las calles (y toque a los costarricenses donde más les duele...).

— Ya el Instituto Meteorológico Nacional lo había alertado desde el año pasado (y lo volvió a señalar con los recientes aguaceros en Tibás): no está lloviendo tanto como para que las alcantarillas se inunden, lo que las inunda es nuestra basura, así de sencillo. Bien lo dijo Daniel Poleo (del IMN) a Telenoticias días atrás:

Hay demasiada basura en los caños y en las alcantarillas y eso favoreció a que se generaran las inundaciones por lo menos acá en el Valle Central, entonces es importante que la gente tome consciencia de no tirar basura en las calles porque eso va a favorecer a las inundaciones en las primeras lluvias, hay que tomar conciencia.

— Así, nos mandan a no tirar la basura donde no se debe: la misma recomendación que nos trató de enseñar la maestra del kinder y a la que parece que jamás le hicimos caso. Momento oportuno para recordar lo que nos decía ayer Christiana Figueres: las consecuencias del calentamiento global no las entendemos ni siquiera cuando se empiezan a ver tan pero tan claramente (como en el caso de los incendios en Guanacaste).

— Vamos al norte pues. Los vecinos de la zona tal y como reporta el medio local La Región han venido reportando incendios de grandes proporciones dentro del refugio que han dejado decenas de hectáreas quemadas y aunque los datos oficiales del SINAC señalen que solo son 34 hectáreas de terreno las que están en alerta (¿SOLO 34?) lo cierto es que para el final del fin de semana aún no se había logrado controlar el fuego.

— Los reportes del SINAC (Sistema Nacional de Áreas de Conservación) señalan que el incendio se recrudeció el miércoles pasado y que por eso las autoridades tuvieron que incrementar los esfuerzos para controlar la situación. Según señaló Luis Diego Román, coordinador del Programa Nacional de Manejo del Fuego SINAC-MINAE a Monumental en este momento tienen a 35 bomberos forestales en la zona, además de dos vehículos de intervención rápida y equipo de sobrevuelo.

— Caño Negro es uno de los sitios con mayor biodiversidad en el país y cuenta con una gran cantidad de vegetación que se considera “rara” por su valor; además, es un humedal de importancia mundial y por eso esta noticia, que nos rememora directamente al incendio de Indio Maíz —tan cercano al Refugio— nos hace tragar grueso, si bien ya el SINAC asegura tener la situación bajo control.

— Urge que dejemos de ver para otro lado para evitar que la época de lluvias nos agarre, otra vez, absolutamente desprevenidos y con las cuencas de nuestros ríos aterrados en basura y con conatos de incendio en las zonas verdes que le vendemos al mundo. La Costa Rica verde va más allá del Plan de Descarbonización, no le quitemos el ojo al asunto.

Esta nota es parte del Reporte: Ojo a los incendios, ojo a la contaminación y ojo al Cementazo