La propuesta de reforma constitucional para cambiar el sistema de elección de diputados en Costa Rica, elevando el número a 84, encendió el debate sobre la conveniencia de que más personas ocupen una curul en el Primer Poder de la República.
El proyecto que se discutirá en el Congreso fue ideado por el colectivo Poder Ciudadano ¡Ya! y adoptado por diputados del periodo 2014-2018.
Su propósito es que la ciudadanía pueda escoger a sus representantes mediante dos papeletas: una con voto directo para la persona que quiere como diputado en uno de los 42 distritos electorales creados para tal efecto; y otra con una lista de candidatos propuesta por los partidos inscritos a escala nacional.
Según una revisión hecha por Delfino.cr a la integración de los Parlamentos de los países de América continental, Costa Rica es el tercero con menos integrantes en la Cámara Baja, superando solo a Belice que con 300 mil habitantes tiene 44 diputados y Suriname, que con 558 mil pobladores tiene 51 congresistas.
Según dicho comparativo, los países de América con una población cercana a la de Costa Rica son nuestros vecinos Nicaragua (6,35 millones) que tiene 92 diputados y Panamá (4,16 millones) con 71 congresistas.
La cantidad de diputados en Costa Rica quedó congelada en 57 luego de una reforma al artículo 106 de la Carta Fundamental, realizado con la Ley 2741 del 12 de mayo de 1961.
La Asamblea Nacional Constituyente de 1949 había dispuesto un Congreso de 45 congresistas con la creación de un nuevo diputado por cada 30 mil habitantes. Si la redacción original se hubiese mantenido, hoy Costa Rica tendría 161 diputados, casi el doble que la propuesta de reforma en estudio de los congresistas.
Costa Rica tiene pocos diputados, y eso es un problema
Un número bajo (y congelado) de diputados en una nación con una población y retos crecientes trae consigo problemas de representatividad y eficiencia.
El Programa Estado de la Nación señaló en un estudio del año 2017 que en Costa Rica el Parlamento tiene 20 comisiones permanentes (ordinarias y especiales) para 57 diputados.
Al ver los números de otros parlamentos de América se desprende que Honduras, Perú y Chile --naciones con el doble de diputados-- tienen una cantidad de comisiones similar a la de Costa Rica. Ello implica que en nuestro país los parlamentarios asumen cargas de trabajo que, en otras naciones, se reparten entre el doble de personas.
Y aunque 20 comisiones puede sonar poco, aún falta sumar las comisiones especiales. Al 3 de febrero del 2019 había 16 comisiones de ese tipo activas en el Congreso de Costa Rica, con conformaciones que van de entre los 5 y hasta los 9 diputados cada una.
Si a lo anterior se suman las comisiones plenas (tres de 19 diputados cada una) se contabilizan en total 39 comisiones activas cuya conformación demanda 322 diputados, por lo que en promedio, cada congresista debe asistir a al menos cinco comisiones y a las sesiones de Plenario.
Dato D+: La carga de trabajo del Congreso se reduce levemente durante las sesiones extraordinarias convocadas por el Poder Ejecutivo, dado que generalmente no se convocan proyectos para todas las comisiones.
La gran cantidad de comisiones activas, el tiempo disponible, la poca cantidad de diputados y la escasez de espacio físico originan que en ocasiones los órganos legislativos deban sesionar con superposición horaria. Ello es un inconveniente para aquellos diputados que deben asistir a dos (o más) comisiones a la misma hora.
La superposición horaria termina ocasionando que algunas comisiones no puedan sesionar por falta de quorum, pues dependiendo de la temática a tratar, los legisladores prefieren asistir a una u otra comisión y como los otros diputados también atienden otras comisiones, no hay quienes puedan suplirlos.
Además, cuando dos o más comisiones sesionan al mismo tiempo, la Televisión Legislativa solo puede transmitir una, por lo que las demás quedan sin posibilidad de ser seguidas por la ciudadanía mediante radio, televisión o Internet.
Un ejemplo palpable de choque de horas se presenta cada semana entre la Comisión que estudia la Reforma General al Reglamento de la Asamblea Legislativa y la Comisión que estudia el Derecho a Huelga.
Según datos suministrados por la Asamblea Legislativa a Delfino.cr, las 41 comisiones que estuvieron activas entre el 1 de mayo del 2018 y el 21 de enero del 2019 sesionaron en 590 ocasiones y votaron afirmativa o negativamente 203 proyectos de ley.
Otro problema que conlleva el actual número de diputados es la proporcionalidad.
Cuando en 1961 se decidió que el Congreso tuviera 57 diputados,había un diputado por cada 21.037 habitantes. Hoy con más de cinco millones de pobladores, hay un diputado por cada 87 mil personas.
Un sistema de elección que no es directo, la sobrecarga de trabajo y un escaso número de diputados trae consigo un Congreso cada vez más desapegado de las problemáticas de sus electores.
Dato D+: Según una encuesta de CID Gallup en 2012, 7 de cada 10 ticos desconocía el nombre de alguno de los 57 diputados.
Como respuesta a ello el Congreso optó por crear comisiones regionales que atiendan las demandas de las distintas zonas del país, sin embargo, ello contribuye al aumento en la carga de trabajo de los actuales diputados y la cantidad de proyectos emanada de ese tipo de órganos legislativos no es importante, y en general, tampoco lo es la calidad de esas iniciativas.