Más de 220 mil costarricenses pasaron hambre en el periodo comprendido entre 2015 y 2017, según reveló este miércoles un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La cifra, con la anterior medición, permaneció prácticamente estancada.
Según se desprende del Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018, Costa Rica forma parte del grupo de países latinoamericanos que mantienen sin cambios la cantidad de personas subalimentadas. El porcentaje de población en esa condición se ubicó en 4,4%.
Según el informe, en 1980 la prevalencia de la obesidad en hombres mayores de 18 años en Costa Rica era de 3,6% y de las mujeres un 9,2%, mientras que para el 2016 la obesidad en hombres se registraba en un 21,1% y en las mujeres en un 30,4%.
Actualmente, el exceso de peso es uno de los problemas de salud pública más graves en este siglo y está afectando a muchos países, entre ellos, Costa Rica.
El Censo Escolar de Peso y Talla del 2016 reveló que el 2% de estudiantes entre 6 a 12 años padecen de desnutrición. Por otra parte, se mostró que un 34.6% de la población escolar nacional presentó problemas de obesidad y sobrepeso. Con relación a la Encuesta de Nutrición del 2008-2009, se evidenció un crecimiento de un 12.5% en niñas y niños de la misma edad con esa condición.
“Es importante que Costa Rica promueva sistemas alimentarios saludables y sostenibles que articulen la agricultura, la alimentación, la nutrición y la salud. También, debemos fomentar la educación alimentaria en las escuelas e impulsar una producción sostenible de alimentos frescos, inocuos y nutritivos, asegurando su oferta, diversidad y acceso para los sectores más vulnerables”, declaró Octavio Ramírez Mixter, coordinador Residente de la FAO en el país.
Este nuevo informe de las Naciones Unidas señala que el hambre, la desnutrición, la carencia de micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad afectan más a las personas de menores ingresos, a las mujeres, a los indígenas, a los afro-descendientes y a las familias rurales de América Latina y el Caribe.
De acuerdo con el documento hecho público hoy, una de las principales causas del alza de la malnutrición en los grupos de población especialmente vulnerables son los cambios que han sufrido los sistemas alimentarios de la región.
Estos cambios han afectado a toda la población, pero sus efectos más adversos los sufren los sectores más excluidos de la sociedad, los cuales, si bien han aumentado su consumo de alimentos saludables como leche y carne, muchas veces deben optar por productos con alto contenido en grasa, azúcar y sal, ya que tienen menor costo.